Cuando pensamos en la muñeca Barbie nos vienen a la mente todos los estereotipos posibles de los que hemos sido víctimas las mujeres. Es una chica totalmente cosificada cuya máxima es estar mona, conseguir un Ken e ir haciéndose con todos los complementos posibles. Además, la muñeca original en sí parece hecha juntando todo lo que la sociedad más retrógrada opina que debe ser una mujer: alta, guapa, con un cuerpo de proporciones perfectas (e imposibles), bien vestida y siempre luciendo una sonrisa.
Pues bien, aunque queda un largo camino por recorrer, hace un tiempo que esto empezó a cambiar, y Barbie está intentando dar un giro radical a la forma en que la concebimos, tratando de librarse de esos estereotipos, de la heteronormatividad y de la estigmatización a la que ha estado sometida hasta el momento.
Nunca es tarde para cambiar
Su último cambio en este proceso de lavado de imagen ha sido tirar la heterosexualidad por la ventana, apareciendo en una campaña de Instagram con una camiseta en la que se puede leer "Love-Wins" ("El amor gana"). La camiseta la popularizó Aimee Song, una bloguera de moda, en su campaña a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, además de para financiar organizaciones LGTBI.
En el post aparecen dos Barbies que podrían ser pareja perfectamente, y que muchos usuarios han decidido llevar más allá de la homosexualidad y elaborar la teoría de que la muñeca ha sido siempre bisexual y que ahora ha salido del armario, apoyando a la comunidad LGTBI de la que ella forma parte. Uno de los comentarios más famosos del post decía: "¡Qué inspirador! Esto recuerda que las mujeres también pueden ser bisexuales. Más que Barbie, ahora habrá que llamarla 'Bar-bi'".
Apoyando la diversidad
En unas declaraciones a The Guardian en relación a la publicación de Instagram, uno de los responsables de la marca declaró que "Barbie es una marca inclusiva que celebra la diversidad, la consideración hacia los demás y la aceptación de todos". Es por eso que desde 2016 están llevando a cabo un lavado de imagen de la famosa muñeca, trabajando mucho para destruir a la antigua Barbie y presentar los nuevos ideales que quieren transmitir.
No es el primer paso que da la muñeca hacia el camino de la diversidad, además de haber ido añadiendo con el paso de los años distintos cabellos, rasgos y tonos de piel, el año pasado ya empezó a modificar su cuerpo, acercándolo a unas proporciones más realistas con el que las niñas puedan identificarse. Además, a principios de este año lanzaron la campaña 'Sheroes', en la que reproducen a mujeres de éxito y en la que incluyeron por primera vez una barbie con hiyab, la que representaba a la campeona de esgrima Ibtihaj Muhammad.