El Corte Inglés continua con su plan de desinversiones inmobiliarias para reducir la deuda de más de 3.000 millones de euros acumulada durante los últimos años. La firma enfrenta ahora el reto de encontrar un futuro para los edificios que hasta ahora ocupaba.
Uno de los centros que la firma ya ha cerrado totalmente se encuentra en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera (Cádiz). Se trata de un outlet de la firma, es decir, un centro que vende productos de temporadas pasadas a precios reducidos.
El estableciento se encontraba ubicado junto al centro comercial Área Sur, pero ahora ya tiene un nuevo inquilino: se trata de Media Markt, la empresa de comercialización de productos tecnológicos, que tiene la intención de mudarse a este local. Y no es el único movimiento en este sentido, como veremos más adelante.
Todavía no hay fecha sobre la próxima apertura, aunque los planes iniciales pasan por subir la persiana durante el próximo mes de junio. Con ello, además, cerrará el local que ahora tiene abierto en una zona próxima, siguiendo la actual tendencia: instalarse en los centros de las ciudades (o en sus centros comerciales) y dar menos relevancia a sus centros independientes.
Las intenciones son tales, que Media Markt va a dividir su establecimiento en dos: ahora mantiene el centro logístico junto a la tienda mientras que, tras la mudanza, separará estos dos apartados y situará el segundo en la zona de El Puerto.
El Corte Inglés sigue negociando con Alcampo, Carrefour y Lecrec para el cierre de Hipercor
El cierre en Jerez de la Frontera no es una situación excepcional, sino que todo apunta a que la situación se repetirá en más ocasiones. Uno de los más próximos se aventura en el Hipercor de Vistalegre, un centro de 12.000 metros cuadrados que incopora un outlet de la firma.
La dirección de la calle Hermosilla se ha reunido con varias firmas de la competencia de Hipercor, como Carrefour y Alcampo, con el objetivo de vender el espacio a cambio de subrogar los contratos de sus empleados.
Este punto tiene dos convenientes: en Vista Alegre trabajan alrededor de 400 personas, la mayoría con contrato fijo, lo que en cierta medida obligaría a reabsorber una cantidad de empleados difícil de recolocar en otros centros (además, la empresa quiere evitar la imagen de un ERE). Por otro lado, permite establecer lazos para mantener centros abiertos y difuminar los efectos del cierre, tal y como sucedió con Eroski cuando cerró varios centros a lo largo de toda España.