El magnate Jeff Epstein, amigo en el pasado de Donald Trump o el presidente Clinton, se ha suicidado en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, donde cumplía prisión por los delitos de tráfico y abuso sexual a decenas de niñas.
El acusado enfrentaba una pena de 45 años de prisión por dirigir una trama pedófila para explotar sexualmente a menores. Los funcionarios de la prisión le han encontrado a las 07:30 de la madrugada ahorcado en su celda. Una investigación posterior ha señalado la causa de la muerte como un suicidio. Epstein ya había intentado quitarse la vida varios días antes.
El magnate había intentado salir de prisión varios días antes alegando el pago de una fianza y la posibilidad de cumplir la pena en su casa de siete plantas y con vigilancia especial, con el control de una pulsera. Una medida que fue rechazada por la Justicia, que apreciaba riesgo de fuga por su gran capacidad económica y el hecho de disponer de un jet privado siempre disponible.
Epstein había empleado su gran capacidad de influencia y contactos para hacerse un hueco en las altas esferas estadounidenses. Paralelamente, según las acusaciones, había organizado una trama en la que se reclutaba a menores de edad que acudían a su vivienda con el objetivo de alcanzar la fama, posteriormente se les ofrecía un "masaje" y finalmente eran explotadas como esclavas sexuales.
El hombre, que ha muerto a los 66 años, se jactaba de sus contactos, especialmente con los presidentes de Estados Unidos Donald Trump y Bill Clinton. A pesar de la larga amistad que les unía con él, ambos han renegado cuando ha salido el escándalo a la luz, lo que no ha impedido que hayan circulado todo tipo de vídeos en los que queda evidente la amistad que tenía con ambos.
Polémico acuerdo con la Justicia
La detención de Epstein se produjo el pasado mes de junio tras una intensa investigación de las autoridades y cuando el magnate se disponía a pisar suelo estadounidense tras un viaje a Francia.
Sin embargo, sobre él pesaba un antecedente en 2008, cuando logró eludir la cárcel con un polémico acuerdo con la fiscalía en el que solo permaneció 13 meses y solo acudía a dormir seis días a la semana. El responsable de ese acuerdo, Alexander Acosta, se ha visto ahora obligado a dimitir como secretario de Trabajo por este motivo.