Cada vez son más quienes están empezando a cambiar su vehículo de diésel o gasolina por uno eléctrico. De la mano de este aumento de ventas, va también la ampliación de los puntos de recarga en lugares públicos. De esta forma, los usuarios pueden aprovechar al máximo su motor eléctrico. Existen incluso aplicaciones móviles para encontrar cuál es el enchufe más cercano a la ubicación actual para poder cargar el vehículo.
Hay que tener en cuenta que estos puntos de recarga se encuentran en lugares públicos y pueden ser utilizados siempre que se necesiten. Pero como no todos los usuarios parecen ser respetuosos con su uso, las multas han comenzado a llegar.
1 Multa por aparcamiento
Es decir, si un vehículo de combustión aparca, tendrá su correspondiente multa. Al igual que si lo hace un vehículo eléctrico que no esté utilizando la plaza como punto de recarga de la batería. Según el reglamento, la sanción para los propietarios de ambos vehículos será de 200 euros. De esta forma se ayuda a los conductores que realmente necesiten cargar su vehículo a encontrar enchufe libre con mayor facilidad.
2 Multa por sobrepasar el tiempo de carga
A pesar de estar aparcados, también existe la posibilidad de que nos llegue una multa. ¿Cuándo? Si sobrepasamos el tiempo máximo de carga. Es decir, no se puede llegar, aparcar y dejar el coche cargando desentendiéndonos de él. Exceder este tiempo podrá costarnos 90 euros.
Esto se debe a que la ordenanza municipal ha establecido límites. En la Ordenanza de Movilidad Sostenible de Madrid por ejemplo, se especifica que "la recarga estará limitada al tiempo máximo que determine la señalización vertical, que podrá igualmente especificar un determinado horario, ya sea fijo o bajo petición previa".
Esta multa, al igual que la anterior, está pensada para facilitar el acceso a estas plazas a los vehículos que realmente lo necesiten. Deberían utilizarse en beneficio de todos los conductores y bajo una responsabilidad para que todos podamos hacer uso de ellas.
