La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un tipo de mantenimiento legal preventivo que consiste en la supervisión periódica de un coche o moto por parte de un ente certificador. Lo que se evalúa es la capacidad del vehículo de cumplir con las normas de seguridad vial y verificar que las emisiones contaminantes sean aplicables a la normativa.
Por la crisis de la covid y las cuarentenas del pasado año, la movilidad ha cambiado. La elección entre si utilizar el vehículo propio o el transporte público ya no es la misma. Esto supone que los vehículos puede que pasen más tiempo del habitual aparcados. Pero que un coche esté inmovilizado no evita que pueda recibir una multa si no tiene en vigor la ITV correspondiente.
¿Qué dice la norma?
Tal y como explica el manual de la DGT, la medida no se aplica solamente a un vehículo interceptado en carretera, sino a cualquiera que esté "matriculado o puesto en circulación".
La DGT también recoge que "los vehículos matriculados o puestos en circulación deberán someterse a inspección técnica en una de las Estaciones de Inspección Técnica de Vehículos al efecto autorizadas por el órgano competente en materia de Industria en los casos y con la periodicidad, requisitos y excepciones que se establecen en la reglamentación que se recoge en el anexo I".
Las multas
Tener la ITV caducada o desfavorable supone una multa de 200 euros, que puede ascender a 500 si está en estado negativo. No haber pasado la ITV también puede implicar una sanción. Además, no existe ningún periodo de carencia por el que esquivar la multa.
Eso sí, sólo se multará en caso de dejar el vehículo estacionado en la vía pública. No sucederá nada y no se recibirá sanción en caso de guardar el coche en garaje privado.
Por tanto, tráfico tiene la potestad de sancionar a los vehículos que no tengan superada la ITV incluso mientras estén aparcados en la vía pública. Estas situaciones suelen suceder con un policía local, ya sea a través de controles ordinarios o específicos, aunque la tramitación final de la multa corre a cargo de la Jefatura Provincial de Tráfico, que es la que se encargará de notificarla y recaudar el pago.
En el caso de que el policía local se encuentre un vehículo sin la ITV correctamente indicada en el parabrisas, se abrirá un proceso sancionador que obligará al propietario a cumplir con la ley. Dependiendo del estado del vehículo puede ser retenido, aludiendo causas de seguridad vial, generalmente retiran el permiso de circulación y te lo sustituyen por un "volante" que autoriza a circular para realizar la ITV.
