El Juzgado de lo Penal número 5 de Girona ha condenado a pagar una multa de 900 euros y a tres meses de retirada de carné de conducir a un vecino de Bescanó, de 44 años, que mató a una niña de cuatro años en un accidente en el mismo pueblo en 2016.
La sentencia asegura que el condenado A.A. conducía por la carretera comarcal GI-532 y se distrajo al volante, porque estaba subiendo la ventanilla. En ningún caso encuentra evidencias de que condujera de manera temeraria ni estuviera bebido cuando provocó el accidente, pero dio positivo en el control de alcoholemia.
Se da la circunstancia de que había escapado cuando se dieron los hechos y que, cuando llegó a casa, según ha declarado, bebió un vaso de wishky. Este es el motivo, según da por cierto el juez, por el que es "perfectamente posible" que diera positivo en alcohol. Una versión que, evidentemente, ha indignado a la familia.
"Estaba nervioso"
El juez señala que es normal ponerse nervioso después de un accidente de estas características y justifica que el hombre fuera a su vivienda a beberse un vaso de wishky tras lo sucedido.
Además, considera que la familia de la menor no estaba cometiendo ninguna negligencia cuando caminaba con la víctima, una niña de cuatro años, junto a familiares, amigos y la madre de la pequeña, por la carretera. Un familiar de la menor llegó a propinar dos puñetazos al ahora absuelto tras el atropello, algo que ahora tampoco se ha contemplado en el juicio.
La familia, que abandonó la localidad después del accidente, ha anunciado que recurrirá la sentencia del juzgado de Girona, por lo que la sentencia podría cambiar.