Denunció que ocho encapuchados, a plena luz del día, le habían asaltado en una calle del barrio de Malasaña de Madrid y le habían agredido. Ajuntó un parte de lesiones en el que se señalaba que le habían marcado la palabra "maricón" en el glúteo con una navaja. La Policía abrió una investigación y ante las lagunas de su relato y que ninguna cámara de seguridad había captado nada, el joven acabó confesando que se lo había inventado.
En un juicio rápido al que estaba citado como investigado, ha declarado que se trató de una denuncia falsa. Así, el juzgado de instrucción número 52 le ha condenado a una multa de 4 euros diarios por un periodo de cuatro meses meses, haciendo un total de 480 euros por situación de delito.
El magistrado abrió el pasado mes de septiembre diligencias previas por un posible delito de simulación de delito contra este joven, que había denunciado el día 5 de ese mes la presunta agresión homófoba. Finalmente el joven acabó confesando la verdad: las heridas fueron realizadas por dos hombres con los que había quedado para mantener relaciones sadomasoquistas. Para que su pareja no se enterara que se prostituía, se inventó todo el relato y se le fue de las manos.
El caso despertó una gran polémica. Dado que ocurrió dos meses después del asesinato de Samuel Luiz, el joven de 24 de A Coruña apalizado hasta la muerte al grito de "maricón", la condena a esta presunta agresión fue unánime ante la brutalidad del relato del joven. Por su parte, VOX utilizó el caso para arremeter contra los inmigrantes asegurando que los ocho encapuchados eran ilegales.
Cuando se supo que se trataba de una denuncia falsa, la extrema derecha cambió su tesis y utilizó el caso para negar la homofobia y para victimizarse ante aquellos que señalan sus discursos de odio contra el colectivo LGTBI como causa del repunte de agresiones contra este colectivo. Por esto sí e una realidad aunque haya habido una o dos denuncias falsas.
Los datos muestran que los delitos de odio han repuntado en España hasta alcanzar cifras superiores a las de antes de la pandemia. Según datos del Ministerio de Interior, en el primer semestre de 2021 la policía recibió 610 denuncias, un 9,3% más que en el mismo periodo de 2019, cuando no había restricciones de movilidad