El lema de "para gustos, colores" no sirve en este caso. Puede que haya escenas que te lleguen más o te lleguen menos, canciones que quieras saltar a toda costa... Pero es innegable que 'Mulán' es la mejor película de Disney. O, al menos, una de las mejores. ¡Y mira que Disney tiene películas! Prácticamente todas ellas son buenas, aportan algo al espectador, una lección final o una moraleja, y todas cuentan con una banda sonora que merece la pena escuchar más de una vez. Pero hay pocas que lleguen al nivel de 'Mulán'.
Mulán llegó a nuestras vidas en 1998, y llegó dispuesta a quedarse y cambiar, con ella, el panorama de las princesas Disney. Porque, por primera vez, una protagonista de esta productora no necesitaba de un hombre para salvarse a sí misma: ella tenía el coraje suficiente como para cuidarse y, además, le sobraba valor para cuidar a toda su familia. Mas Mulán es mucho más profunda que eso, tiene un análisis mucho más interesante, y el escritor y periodista Juan Sanguinolo sabe. Es por eso que, aprovechando que se celebraban los veinte años desde el estreno de 'Mulán', decidió lanzar un hilo en su Twitter explicando sus argumentos. ¡Y no tiene desperdicio ninguno!
Hay detalles que obviamos en la película
Comenzando por el principio, Sanguino hace referencia a la canción de 'Mi reflejo'. Una canción que, como él mismo dice, es demasiado profunda como para hablar sencillamente de "caerle iben a la casamentera". Mulán canta cosas como "ahora veo que si decido ser yo misma de verdad, le romperé el corazón a mi familia", "no puedo esconder quien soy, aunque lo intento", "¿por qué mi reflejo es alguien que no conozco?". Según el periodista, esto hace clara referencia a su identidad de género o sexual, y a cómo Mulán no termina de encontrarse a gusto dentro de los roles de género establecidos socialmente.
Ahora que se cumplen 20 años del estreno de 'Mulan', merece la pena recordar que sigue siendo una de las películas más subversivas, complejas y ambiciosas de Disney. pic.twitter.com/QztQWZt5wq
— Juan Sanguino (@juanlsanguino) 8 de junio de 2018
Aunque de pequeños se nos pasara por alto, o no le diéramos la verdadera importancia que tiene, lo cierto es que el eje de la película es una guerra que, inevitablemente, acaba dejando muertos a sus espaldas. Por si esto no fuera lo suficientemente duro, nos habla también de los conflictos emocionales tanto de Mulán como del resto de personajes. Li Shang, por ejemplo, siente "angustia de no estar a la altura de su estirpe"; el pelotón va de cabeza a una misión suicida "al encuentro de los hunos, sabiendo que les espera una muerte segura". Son detalles que quizás los niños no noten, pero los adultos sí.
La guerra y la muerte son una constante en esta cinta, pero siempre escondida, de tal forma que solo los adultos terminen de comprenderla. Para los niños siempre estará dispuesto Mushu, que no cesa de hacer chistes para conseguir que el ambiente esté mucho más distendido. Hay escenas que, pese a Mushu, son muy duras, como explica Sanguino, y que son auténticas obras de arte.
La escena de la batalla costaría millones en imagen real. En aquella época solo se había visto algo similar en 'Braveheart', cuya realización de las escenas de batalla influirían después en 'El señor de los anillos' o 'Juego de tronos'. pic.twitter.com/bceLdUW1Iq
— Juan Sanguino (@juanlsanguino) 8 de junio de 2018
Más allá de todo esto, es innegable que Mulán es una fuente de inspiración para todas las niñas que vean la película. Ella es, como bien describe Sanguino, un héroe clásico: "nunca aspiró al beneficio personal ya que lucha por un bien mayor. Hoy está adscrita a las princesas Disney, a pesar de no serlo. Porque ella es mucho más que una princesa: es una guerrera". ¡Larga vida a Mulán, la primera guerrera Disney!