Uno de los planteamientos que suelen dar aquellos que se posicionan en contra de legalizar el aborto es que, haciendo eso, lo único que se consigue es que se acabe usando el aborto como si de un método anticonceptivo más se tratase. Es decir, afirman que al legalizarse el aborto, este comenzará a practicarse con más asiduidad. No obstante, el Instituto Guttmacher ha demostrado, tras un exhaustivo estudio, algo que las asociaciones feministas ya venían señalando desde hacía bastante tiempo: al legalizarse el aborto, los casos en los que se recurre a este disminuyen notablemente.
Según este estudio, los casos de aborto se han visto reducidos en los últimos veinticinco años. Aún así, de los cincuenta y seis millones de abortos que tienen lugar al año, cincuenta millones se producen en países que aún se encuentran en vías de desarrollo. Este informe puntualiza, además, y añade que los abortos "tienen lugar en todo el mundo, no importa si son legales o no". Mas es en los países en los que el acceso a los métodos de control de la natalidad están más limitados donde se suelen dar más casos de aborto.
Esto podría tener mucho que ver con el hecho de que, al limitar estos métodos, también se habla mucho menos de cómo se puede controlar la natalidad, y la gente tiene un mayor desconocimiento. Así se propiciarían los embarazos no deseados y, con ellos, los abortos.
Suiza y Pakistán, las dos caras de la misma moneda
El estudio da datos específicos, señalando que, por ejemplo, en Suiza hay apenas cinco casos de aborto por cada mil mujeres, siendo el índice más bajo de todo el mundo. Justo en el otro extremo están México y Colombia, que sobrepasan los treinta abortos de media. Si contextualizamos estos países, podremos observar fácilmente que en Suiza hay un gran control de la natalidad, mientras que en Colombia y México estos controles brillan por su ausencia. Por encima de México y Colombia se encuentra Pakistán, que es el país que actualmente tiene una tasa más alta, con cincuenta abortos por cada mil mujeres.
"Estas evidencias científicas sugieren que la legalización del aborto no induce a prácticas sexuales más irresponsables sino que, por el contrario, genera las condiciones para una menor proporción de embarazos no deseados", se ha explicado en otro estudio, publicado en la revista The Lancet. Ambos estudios vendrían a demostrar prácticamente lo mismo: prohibir el aborto no hace que los casos desaparezcan, sino que obliga a las mujeres a tener que practicarlo poniendo en riesgo su propia vida. Además, se les niega una educación sexual adecuada, tratando todos estos temas como si de un tabú se tratara, y esto no hace más que propiciar que haya más embarazos no deseados.