"Cometí un error y quiero advertir a los demás: ¡No hagas lo que yo hice!". Con estas palabras una joven de 19 años identificada como Estelle, ha denunciado las terribles consecuencias de una reacción alérgica provocada por un tinte, en una entrevista con Le Parisien.
La mujer, de origen francés, compró el tinte en el supermercado. En el prospecto se señalaba la necesidad de probar una pequeña porción y esperar 48 horas con el fin de comprobar si existía reacción alérgica.
Sin embargo, la inexperiencia o la falta de paciencia, quisieron que Estelle se aplicara el tinte tan sólo media hora después de hacer la prueba. Y jamás pensó las graves consecuencias que podría tener este acto.
Unas secuelas que sufrió prácticamente de manera inmediata. Tras aplicar todo el producto y haber pasado de rubia a morena, la joven comenzó a comprobar cómo su cara se hinchaba poco a poco. Pero aún faltaba una consecuencia más grave: la hinchazón le estaba impidiendo respirar.
La culpable: una sustancia denominada parafenilendiamina
Ante la gravedad de esta situación, Estelle decidió llamar a los servicios de Emergencias, que se personaron en su vivienda inmediatamente. Allí, los médicos consiguieron estabilizarla y, posteriormente, se quedó ingresada.
Tras responder correctamente a los tratamientos, los especialistas le explicaron qué había sucedido exactamente: había sido víctima de una reacción alérgica a una sustancia conocida como parafenilendiamina, que se encuentra en muchos productos de este tipo.
Tras recuperarse, la joven ha decidido contar su experiencia en los medios de comunicación sobre la necesidad de comprobar este tipo de reacciones. Sobre todo, para evitar una situación muy traumática: "Casi morí y no quiero que esto le pase a otros". Esta no es la primera ocasión en la que se vive una situación de estas características, por lo que conviene extremar las precauciones para evitar un disgusto.
