Allison Fisher, una joven de 20 años de Florida, siente que la vida le ha otorgado una "segunda oportunidad", como describe, después de haber superado un ovario poliquístico de grandes dimensiones que le había provocado un gran sufrimiento.
La joven había padecido desde 2020 un fuerte dolor de estómago de forma constante, que se había unido a sus ciclos menstruales y se había vuelto irregular, durando prácticamente un año por completo.
A pesar de la gravedad de los dolores, Allison ignoró los dolores y rechazó acudir al médico porque pensó que "si ignoraba el dolor, desaparecería". Además, siempre que acudía a la consulta de un profesional, ya fuera por un resfriado o dolores de oído, los médicos siempre le comentaban sobre su peso.
Los síntomas que estaba padeciendo no remitían y la joven se sentía en todo momento peor mientras su estómago aumentaba de tamaño: "Estaba duro como una roca", ha relatado, hasta el punto de que no podía moverse ni mantenerse levantada durante más de cinco minutos.
"Sentía que estaba embarazada de diez niños a la vez. No podía acostarme boca abajo. Sentía como si todos mis órganos estuvieran siendo aplastados", ha relatado con gran angustia. Finalmente, se vio obligada a acudir a la consulta de un profesional médico antes de las navidades, ya que empezó a tener problemas para respirar.
Un quiste de 45 kilogramos
El doctor Martin Martino, cirujano ginecológico del Hospital Ascension St. Vincent's, examinó a la joven y finalmente concluyó que, en realidad, lo que le ocurría era un quiste en el ovario que estaba creciendo dentro de ella y que superaba los 45 kilogramos.
Por este motivo, la joven tuvo que ser intervenida urgentemente para que le extirpasen el tumor. "Lo que fue realmente interesante es que una vez que lo extirpamos, miramos el otro ovario, porque ahora podíamos verlo, y nos dimos cuenta de que se había torcido el ovario tres veces", comentó el profesional.
"Gracias a unos 10 centímetros realmente nos ayudó a poder desenroscarlo y salvar la futura fertilidad de Allison y la posibilidad de tener hijos", es el diagnóstico que finalmente cerró. "Puedo ver mis pies de nuevo, no he podido hacer eso en años. Me siento mucho más ligera y he vuelto a usar ropa que antes no me valía. Voy a empezar a someterme a cirugías para bajar de peso y estoy muy emocionada por lo que la vida me tiene reservado".
