Paula D'Amore, una mujer estadounidense, dio a luz por sorpresa en el aparcamiento del hospital al que acudía, en Florida. Mientras su marido pedía ayuda, el bebé no quiso esperar más y empezó a salir dentro del mismo coche. Su marido consiguió sacar la cabeza de la niña y después llegaron dos enfermeras a ayudar a concluir el parto.
Siete meses después, Paula recibió una segunda sorpresa: el hospital le había pasado una factura de 7.000 dólares, de los cuales 2.000 se correspondían con el precio a pagar por la sala de partos. Sala de partos que Paula ni siquiera había utilizado, informa Fox12.
Según Paula, había planeado con antelación su parto y los costes de los servicios hospitalarios, pero como no llegó a usar la sala de partos creyó que el hospital descontaría esta cantidad. Afirma que el hospital "básicamente dice que todo está bien cobrado". Pese a que no le parece justo, se resignará y pagará la factura.
Dar a luz sale caro en EEUU
Hace apenas un mes contábamos otra noticia de cargos en las salas de parto del país norteamericano. Una pareja denunciaba que les habían cobrado 40 dólares extra por sostener a su bebé recién nacido antes de que pasara a la sala de enfermería. Las enfermeras excusaban este cobro en el hecho de que para que los padres pudieran coger a su bebé con seguridad justo después de dar a luz, era necesario que hubiera una enfermera más en la habitación para asegurarse de que todo iba bien.
En general, el parto en EEUU cuesta unos 10.000 dólares, aunque el seguro suele hacerse cargo de la mayor parte de los costes. Sin embargo, los padres tienen que planificar muy bien dónde tendrán a sus hijos, puesto que las diferencias entre unos hospitales y otros pueden ser importantes.