Aminah Hart y Scott Andersen, ahora felizmente casados, no se conocían de nada. Nunca se habían visto anteriormente y no sabían cómo era la otra persona. Pero ambos compartían una hija en común; una niña pequeña de ojos claros y pelo rubio llamada Leila. La primera vez que Aminah y Scott posaron sus ojos sobre el otro, la niña había cumplido un año.
Y es que en 2012 Aminah Hart dio a luz a una niña gracias a un tratamiento de fecundación in vitro. Después de haber perdido a sus dos hijos, Marlon y Louis, debido a un desorden genético llamado miopatía congénita miotubular, Aminah decidió volver a ser madre con un tratamiento médico.
Cuando Leila nació un 14 de agosto, Aminah pudo comprobar que era un bebé grande y saludable y se sintió relajada sabiendo que todo había salido bien. Aun así, habiendo crecido ella misma sin un padre, se planteó que le gustaría que Leila pudiese tener uno que jugase un papel en su vida, que ejerciese su rol de padre.
Cuando Aminah le contó esto a su madre, Helen Hart, ella buscó en Internet y fue capaz de encontrar una foto de Scott Andersen. Así, Helen animó a su hija a contactar con la clínica de fecundación in vitro, para ver si era posible que la pusieran en contacto con el donante de esperma. Afortunadamente, Scott había indicado que estaba dispuesto a conocer a un hipotético hijo que hubiese originado con su reserva genética. "Al principio le envié un email dándole las gracias, desde el fondo de mi corazón, porque verdaderamente estaba muy agradecida por haber podido tener a Leila", dice Aminah.
Es así como Aminah y Scott se conocieron y se enamoraron. "No sé por qué, pero honestamente el día en el que nos conocimos nos enamoramos, al instante", recuerda Aminah. Poco tiempo después, Scott decidió pedirle matrimonio a Aminah, a lo que ella respondió que sí.
La boda de esta feliz pareja tuvo lugar en un ambiente muy cercano, con amigos y familiares, en Sorrento, cerca del mar. La historia completa la ha escrito la propia Aminah Hart en un libro titulado 'How I Met Your Father'.