Iman Ahmad Abdulat no ha salido de su casa de Alejandría en más de veinticinco años. Su obesidad mórbida le ha impedido levantarse de la cama en más de dos décadas. Son su madre y su hermana las encargadas de darla de comer, cambiarle la ropa y lavarla.
En el momento de su nacimiento se cifró su peso en cinco kilos. Desde entonces su tamaño no dejó de aumentar, diagnosticándosele elefantitis, una infección causada por un parásito que provoca una extrema hinchazón en las piernas y brazos. Además de estas enfermedad los médicos le localizaron una alteración en las glándulas que le provoca retener más líquido del que debería.
Desde pequeña tuvo que aprender a moverse de una forma diferente, ya que su cuerpo le impedía hacerlo de la forma corriente, usando las piernas, así que comenzó a andar usando las manos. A los 11 años de edad su cuerpo ya era incapaz de aguantar todo su peso de pie, por lo que empezó a desplazarse utilizando las rodillas.
Los dramas de la pequeña no quedaron aquí, ya que durante su etapa escolar sufrió una caída en su colegio que le provocó una apoplegía cerebral, la cual la dejó postrada y en la trágica situación que se encuentra ahora.
Desde entonces la mujer ha permaneciodo en su cama, inmovilizada e incapaz de hacer nada por ella misma. Aparte, estar encerrada en su dormitorio ha agravado los síntomas de las enfermedades y ha hecho que su peso incremente, hasta alcanzar los 500 kilos.
Esta desesperada situación, ha llevado a la familia de la joven ha escribir una carta al presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sisi, pidiendo ayuda para poder costear una operación médica para la joven, ya que si no recibe la asistencia correspondiente, temen que no pueda salir de esta situación.