Tania Pedraza Sánchez tenía 37 años y vivía en Monistrol de Montserrat hasta que falleció dentro de un almacén de Mercadona ubicado en el interior del parque logístico de Abrera (Barcelona). Era una mujer que cada día realizaba su trabajo de forma muy humilde, estaba casada y tenía tres hijos. Se encargaba de las tareas de limpieza de estas instalaciones, que la empresa valenciana destinaba a la producción y elaboración de pan para posteriormente distribuirlo por todos los supermercados de la zona.
Por el momento se desconocen los detalles por los que la vida de esta mujer habría acabado de forma tan abrupta. Había realizado la última limpieza de la instalación el pasado miércoles 9 de octubre, a las 10:30 horas de la mañana. Desde aquel entonces, momento en el que firmó el acta, no hubo rastro alguno de ella. No fue hasta 27 horas después cuando los Mossos D'Esquadra descubrieron su cuerpo sin vida. Nadie había dado con él hasta entonces, puesto que inevitablemente cayó dentro de un silo con levadura, cubriéndolo parcialmente.
Si bien la investigación sigue abierta y continúa su curso, en un primer momento ni siquiera los perros que acompañaban a los Mossos pudieron dar con la víctima. Se hizo un intensivo y profundo rastreo por toda la zona que rodea al Centro Logístico Mercadona de Abrera, día y noche, mañana y tarde. El gran despliegue de las autoridades policiales no sirvió de nada hasta que se localizó el cadáver en el lugar menos pensado.
Pocas hipótesis hacen dudar a los detectives de que están ante un accidente laboral, ya que Tanía no presentaba ninguna señal de violencia física o malos tratos. Sin embargo, las líneas de la investigación no descartan ninguna posibilidad. El medio digital El Caso ha podido recabar más información gracias a los testimonios de la familia de la fallecida. Su hermano señaló que las alarmas saltaron en casa después de que Tania abandonara aquel día las rutinas quie siempre seguía. Él fue quien llamó a la policía, puesto que Tania siempre llamaba a su madre y a su marido en el descanso de media mañana. Ni lo hizo en ese momento, ni tampoco más tarde, cuando se suponía que a las dos de la tarde debía recoger a su hijo de dos años de la guardería.
¿Accidente laboral?
La familia, asustada, acudió al complejo de Mercadona para dar con el paradero de Tania y encontrar alguna información que les diera alguna pista. Las llamadas que ese día no había realizado levantaron las sospechas de que algo iba mal, pero cuando llegaron al complejo, ningún trabajador les supo decir dónde estaba. La chica nunca llegó a salir de la empresa, así lo comprobaron las cámaras de seguridad y el registro de empleados. Además, su vehículo seguía aparcado en el parking del parque logístico.
Fue alrededor de las cuatro de la tarde cuando finalmente llamaron a los Mossos, informando de la desaparición de la chica. No tardaron demasiado en acudir al polígono, ya que sobre las cinco de la tarde ya se había montado un operativo para dar con ella. Algo había pasado y nadie sabie nada, las cámaras tampoco habían captado su salida del trabajo, aunque sí habían registrado su entrada a las seis de la mañana.
La familia ha puesto en tela de juicio que tuvieran que ser ellos los que denunciaran la desaparición de esta empleada, y no la propia empresa de la que formaba parte. Ahora, todos los afectados por su muerte piden que la investigación siga adelante y que se aclaren los hechos en torno a lo que ocurrió aquella mañana. La autopsia fue practicada el pasado viernes 11 de octubre y se espera que su resultado ayude a las autoridades a averiguar qué ocurrió con Tania. La empresa también está prestando su colaboración a los Mossos para tratar de esclarecer el trágico suceso. Por su parte, Comisiones Obreras asegura que se mantendrán "vigilantes durante esta investigación" y piden a la Inspección de Trabajo, "la máxima celeridad posible para identificar y aclarar los motivos y posibles responsabilidades de la muerte de la trabajadora".