El viernes 23 de febrero, los médicos del Hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares, trataron a una joven de diecinueve años que acudió con dolores abdominales y sangrando profusamente por la vagina. En un primer momento, pensaron que se trataba de un aborto involuntario. Sin embargo, tardaron poco en averiguar que lo que realmente le sucedía a la mujer era que acababa de dar a luz. Lo que les sorprendió fue descubrir que había acudido sin ningún recién nacido, y fue cuando saltaron todas las alarmas.
Lo primero que hicieron fue atender a la joven, de nacionalidad española, y avisar a la Policía Nacional para que se personara en el Hospital. Poco tardaron los agentes en acudir para ver qué había sucedido. Los médicos, tras diversas exploraciones, verificaron que se encontraban ante una mujer que acababa de dar a luz, y la Policía comenzó a indagar sobre el paradero del recién nacido.
Los hechos, sin embargo, se aclararon en poco tiempo: los suegros de la acusada aparecieron en el Hospital portando dentro de una bolsa el cadáver de una recién nacida. El matrimonio señaló que habían encontrado el cuerpo dentro de un armario, en su propia casa, e identificaron a la ingresada como su nuera.
La mujer se encuentra detenida
Actualmente, la mujer se encuentra en prisión, detenida por el asesinato. Su pareja ya se encuentra en libertad, puesto que no se ha podido demostrar que tuviera ningún tipo de relación con el crimen.
El cadáver de la recién nacida presentaba distintos cortes por todo el cuerpo, lo que ha llevado a la Policía a concluir que la madre mató a su hija a cuchilladas. No se ha señalado aún el móvil exacto del asesinato.
Las fuerzas de seguridad se encuentran en alerta después de la sucesión de tres asesinatos en Alcalá de Henares en cuestión de unos días. Algo que sorprende en una localidad con un índice de criminalidad especialmente bajo.
El miércoles, un hombre de treinta años falleció tras haber recibido cinco cuchilladas en el pecho, y dos días antes una mujer encontró el cadáver de su inquilina, sin ningún signo de violencia aparente.