Una mujer en Buenos Aires ha asesinado a su marido tras asestarle185 puñaladas después de encontrarle intentando violar a su propia hija de 18 años. Según han confirmado fuentes de la policía bonaerense, el fallecido Alberto Elvio Naiaretti, de 48 años, presentaba múltiples heridas de arma blanca en el pecho y en el abdomen.
Paola Córdoba, de 38 años, confesó desde el primer momento ser la autora del crimen y ha argumentado en su defensa que cometió el asesinato en legítima defensa de su hija, que estaba a punto de ser violada por su padre. La mujer relata que al entrar en su domicilio, encontró a su marido forcejeando con la joven para abusar sexualmente de ella. Tras presenciar esta imagen, la mujer asegura que corrió a la cocina, se hizo con un cuchillo y no dudó en apuñalar a su marido.
La policía argentina, que ha incautado como prueba dos cuchillos ensangrentados, no descarta ahora que la joven de 18 años participara también en el suceso, por lo que ha pasado también a disposición judicial.
El marido, por su parte, contaba con varios antecedentes penales por encubrimiento, tentativa de hurto agravado, y múltiples denuncias en la Comisaría de la Mujer y Familia por 'violencia familiar'.
Un infierno de 23 años
Tras su detención, Paola ha narrado la pesadilla que sufrió durante 23 años de su vida. Naiaretti se la llevó de su casa cuando tenía 15 años y la aisló de su familia y amigos, le prohibió comunicarse mediante las redes sociales y recibir visitas de sus hermanas, ya que amenazaba con violarlas a ellas también.
Paola había presentado tres denuncias policiales contra su esposo; sin embargo, la Justicia no atendió los ruegos de la mujer y las empujó a ella y a su hija a continuar viviendo bajo el mismo techo con el hombre que las maltrataba a diario.
"Mi hermana tenía miedo de que se volviera a levantar", ha explicado María, hermana de la detenida. Además, según el testimonio de los vecinos, Naiaretti obligaba a su mujer a prostituirse.
Por todo ello, parte de la opinión pública pide ahora la liberación de la mujer al considerar que actuó en legítima defensa y ya se han convocado numerosas protestas y manifestaciones para defender la libertad de Paola y de su hija.
Hasta el momento, la investigación continúa abierta y madre e hija se encuentran acusadas de homicidio agravado por vínculo familiar, un delito que en Argentina está penado con la cadena perpetua.