El pasado 8 de marzo no solo fue un día histórico en España, sino también, en todas las partes del mundo. Las calles de las principales ciudades fueron tomadas por millones de mujeres reclamando sus derechos. Sin embargo, en todos los países no fue igual de sencillo y satisfactorio; de hecho, en Irán una mujer ha sido condenada a dos años de cárcel por quitarse el velo en la calle durante la celebración de ese día.
En muchos países todavía la mujer se ve subyugada a leyes que la coartan sus derechos y libertades. Mientras en la gran parte de los países que celebraron el Día de la Mujer todo se desarrolló con normalidad, en otros, las manifestaciones acabaron con detenciones e, incluso, con condenas. En Irán, la marcha feminista fue duramente reprimida antes de agruparse acabando con más de 80 mujeres heridas por la intervención de la policía iraní.
Un condena ejemplar para evitar la occidentalización
Sin embargo, una de las manifestantes fue duramente castigada, tras ser detenida, con una condena ejemplar de dos años de prisión por haberse quitado el velo en la calle. Una dura penalización por este hecho en una manera de impedir este tipo de reclamaciones por parte de las mujeres; de hecho, este tipo de actos solo son penalizados por una simple multa económica.
Esta castigo ejemplar es una estrategia clara y concisa que intenta evitar la manifestación de la mujer en Irán; de hecho, el gobierno del país lleva avisando a su población de que se resistan a la occidentalización. Ya que esta pretende acabar no solo con el velo en las mujeres, sino también, darles libertad para vestir, entre otras cosas. Muchas mujeres se han solidarizado con la condenada quitándose ellas el velo en la calle, aún sabiendo el riesgo que corren. Incluso, hombres se han unido a la protesta poniéndose ellos el velo.