Todos hemos soñado con que nos toque la lotería, con ganar unos cuantos millones que nos hagan la vida más fácil. ¿Imaginas que después de sentirte rico te digan que todo se debe a un error? Algo así le pasó a Katrina Bookman, quien durante unas horas se creyó millonaria y seguro que le dio tiempo a soñar con la cantidad de vajes que podría realizar, el fondo de armario que podría regalarse y hasta las mansiones por las que podría pasear.
Aficionada a los casinos, la protagonista de esta historia acudió en agosto al Resort World Casino en Jamaica, Queens. Tras un rato jugando en una máquina tragaperras, descubrió que había ganado 42.949.672 dólares, el premio más grande de la historia de Estados Unidos otorgado por una de estas máquinas. Emocionada, Bookman no dudó en hacerse una selfie para inmortalizar el momento.
Sin embargo, lo único que le quedará del premio será, precisamene, esa foto. Tal y como informa CNN, al día siguiente regresó al casino para conocer el tamaño exacto de su bote, momento en el que acabaron con su sueño. Un empleado le comunicó que no había ganado nada.
Producto de un error
La Comisión de Juego del Estado de Nueva York informó que la máquina de Bookman había funcionado mal. Resulta que todas las máquinas del casino tienen un descargo de responsabilidad según el cual "las anomalías anulan todo los juegos y pagos". Para compensar las molestias, el Resort World Casino ofreció a la mujer una cena con un bistec como plato principal. El bistec más caro de la historia.
"Ellos ganan y ahora la casa no quiere pagar, es injusto", ha declarado el abogado de Bookman, quien está luchando para que el casino pague 6.500 dólares, la cantidad máxima permitida por el tipo de tragaperras a la que jugó su representada. La comisión, por su parte, insiste en que por ley solo pueden pagarle 2,25 dólares, las ganancias reales del boletín impreso por la máquina.
Katrina Bookman es madre soltera de cuatro hijos, por lo que cuando conoció el desengaño ha reconocido que solo pudo pensaren su familia. Dan Bank, portavoz del casino, ha declarado que "los mal funcionamientos de la máquina son raros" y ha pedido disculpas a la afectada. Por su parte, la tragaperras protagonista de la historia continúa en funcionamiento después de pasar por el servicio técnico