El verano se caracteriza por sus altas temperaturas y por sus vacaciones. Es por ello que, cuando se juntan estos dos factores, la mejor opción para afrontar el calor y el tiempo libre es salir a tomar algo con amigos o compañía suficiente para pasar un buen rato. Esto debió pensar el pasado fin de semana la protagonista de nuestra historia, una joven de Palma de Mallorca.
Los hechos ocurrieron en un bar de Cala Major, un barrio de la ciudad mallorquina, en la noche del sábado al domingo pasado, según recoge El Mundo. La chica, de 32 años, se encontraba en dicho bar con un estado de embriaguez bastante grave por lo que el dueño del establecimiento le pidió que abandonara el local. La mujer se negó entre gritos por lo que este decidió llamar a la Policía. Fue entonces cuando la joven decidió subirse a un taburete del bar y empezar a recitar la Constitución Española mientras exigía otra copa de alcohol.
Su alboroto era tal que varios clientes abandonaron el bar visiblemente molestos por el espectáculo que estaba dando la mujer. La situación no mejoró con la llegada de los agentes del orden al establecimiento. Su embriaguez había aumentado, por lo que los policías le pidieron de forma educada que abandonara el lugar. Debido a su negativa y a la insistencia de los agentes, la mujer se agarró con fuerza a las patas del taburete y a la barra del bar mientras seguía pidiendo otra bebida alcohólica.
Su resistencia se fue agravando por momentos, llegando incluso a agredir a los policías con patadas. Finalmente la joven fue detenida alrededor de las 4:30 horas del domingo por un delito de resistencia a la autoridad. La identidad de la joven no ha sido desvelada más allá de sus iniciales y su edad, aunque algunos usuarios de Internet sospechan que podría tratarse de una opositora. Una borrachera constitucional que no se le olvidará a más de uno.