Monogamia, poligami... cada uno elige la manera en la que quiere vivir sus realciones según pueda, quiera o le salga en ese momento. Y aunque a este tipo de relaciones estamos más acostumbrados, lo que no es tan típico es empezar una relación con uno mismo. Y hablo de relación relación, hasta el punto de contraer matrimonio.
Este es el caso de Sophie Tanner, que durante los últimos dos últimos años ha decidido optar por la sologamia y ha estado casada con ella misma. ¡Viva el amor propio! Si esto no es una demostración de que hay que quererse a uno mismo más que nadie, que baje Dios y lo vea.
En 2015 se dio el sí quiero, y se prometió amarse para siempre, respetarse y cuidarse en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte (esperemos que no la separe) se la lleve. Como no podía ser de otra manera, si uno sabe lo que quiere, sabe lo que quiere. Por eso la boda de Tanner no fue algo sencillito por lo civil, fue una boda por todo lo alto con vestido, ramo, cura y una novia muy feliz y orgullosa.
Aunque parezca cómico y la tachemos de loca, sus motivos para casarse son muy buenos, como explicó a la presentadora de televisión Amando Holden:
Casarse con uno mismo es un gesto de amor propio. Es decir, que la compasión y los cuidados hacia uno mismo son igual de importantes que las relaciones románticas. Esto no quiere decir que estés rechazando todas las demás relaciones de tu vida y convirtiéndote en una monja para siempre, quiere decir que estás desechando las malas relaciones
La infidelidad
Aunque han sido dos años preciosos en los que ha disfrutado de sí misma, se ha querido y ha pasado una luna de miel espléndida, como puede pasar en cualquier relación... se ha sido infiel. Y no ha sido una infidelidad puntual, sino que ha empezado una relación con otra persona. El elegido ha sido Ruari Barret, un hombre acostumbrado al poliamor que se ha decidido a probar la monogamia con ella.
Barret ha optado por casarse también con él mismo, ya que comparte los ideales de Tanner, y así, al estar juntos, son los dos los que se estén siendo infieles. Quizás le sirva para sentir que sigue en una relación polígama si la monogamia no cumple sus expectativas.
Sea como sea, y aunque tener que casarse con uno mismo para demostrarse el amor propio puede resultar un pelín exagerado, no deja de ser una opción bonita. ¿Excéntrica? Sí, pero bonita.
