Martina Big es una mujer alemana de 30 años con afición a la cirugía plástica y al bronceado. En 2012 quiso conseguir los pechos más grandes de Europa y ahora lleva unas prótesis que pesan más de 12 kilos. Cumplido este objetivo, quiso ir más allá y se propuso convertirse en una mujer negra. Comenzó a inyectarse melanina para oscurecer su tono de piel, pero el color de sus ojos también cambió, al igual que la estructura de su pelo, que ahora luce un estilo afro; sin embargo, para Martina estos cambios han surgido "de una manera espontanea y natural".
La mujer está convencida de estar viviendo un proceso continuo de cambios debidos a "un profundo cambio interior" y que la convertirán en una auténtica mujer negra. De momento, ya se ha cambiado el nombre a Malaika Kubwa y se ha bautizado en Kenia.
La mujer acudió a explicar su transformación al programa británico 'The Morning' acompañada de su marido, que no solo la apoya en el proceso de transformación, sino que él también ha decidido iniciar el tratamiento con melanina. La pareja anunció ante las cámaras que estaban pensando en tener hijos: "De momento, no tenemos planes de tenerlos ya, pero estoy hablado con mi médico para ver si mi cuerpo está bin, si podré darle el pecho y como será el bebé".
"Los médicos me han asegurado que mis hijos serán negros"
Pero la declaración que realmente sorprendió a todos los espectadores ocurrió despues de que la presentadora Holly Willoughby le preguntara que pasaría si diese a luz a un niño blanco. Pero Martina Big o, mejor dicho, Malaika Kubwa, está convencida de que sus hijos nacerán negros. "No. Al ser una mezcla de Michael y yo, estoy segura de que será negro o 'chocolate con leche' o un poco más clarito", aseguró.
A raíz de las declaraciones, las redes sociales se inundaron de mensajes que informaban a la mujer de la existencia delADN, pero ella no se rinde y afirma incluso que sus médicos le han confirmado la raza de sus futuros hijos "He hablado con mi médico sobre ello, mi futuros hijos seran negros", y pide que la acepten: "No digo que todo el mundo tenga que apoyar mi transformacion, pero quiero que acepteis que ahora soy una mujer negra y real", declaró.
El caso de Martina Big o, mejor dicho, Malaika Kubwa, no es el único caso de obsesión por la tranformación racial. En 2015, Rachel Dolezal, uno de los máximos cargos de la Asociación Nacional por el Avance de la Gente de Color, se hizo pasar durante años por una mujer negra y llegó incluso a acuñar el término 'transracial', lo que ha generado una gran polémica en unos tiempos en los que está tan presente el debate sobre la apropiación cultural.