Parecía ser un día más. Una noche normal en la que una adolescente de 17 años se disponía a divertirse con sus amigos en un bar de Tower Hamlets (Londres). Sin embargo, la crueldad del ser humano a veces traspasa líneas que rozan la parte más cruel y despiadada de aquellos que llevan a cabo estos actos.
La víctima se disponía a volver a su casa cuando su suerte se vio truncada. Cinco hombres -por llamarlos de alguna forma- la acosaron hasta en tres ocasiones diferentes durante una hora en la medianoche del 29 al 30 de septiembre, según informa The Guardian a través de la policía metropolitana.
Las cámaras, testigo de los hechos
Las cámaras de seguridad callejeras han sido testigos involuntarios de todo lo ocurrido. Tras ser atacada por primera vez, se puede observar como un hombre con una barba espesa montado en una bicicleta persigue a la víctima a lo largo de la calle Mint, en Three Colts Lane, según informan los agentes de policía. No contento con ello, continuó su persecución en dirección a la estación de Bethnal Green Overground.
Otra escena de las grabaciones de las cámaras reflejan cómo el mismo hombre que la había perseguido anteriormente la alcanza. Más tarde, se le puede observar saliendo de la calle y alejándose. Según informa The Sun, tras estos hechos, en las imágenes se puede ver a la menor saliendo de la calle Corfield Street con un aspecto abandonado, zarrapastroso.
El sufrimiento no había acabado para esta adolescente. Minutos más tarde, sobre las 00:45 horas de la medianoche, los investigadores policiales consideran que pudo haber sido atacada por otros dos o tres hombres. En las grabaciones, la policía ha podido observar a un tercer hombre caminando por Corfield Street que procede de una zona arbolada donde aparentemente se encontraban otros dos sujetos más.
Los ataques cesaron cuando uno de los vecinos del barrio se encontró a la joven tirada en el suelo con aspecto desaliñado. Inmediatamente, llamó a los servicios de emergencias. Cuando la policía llegó al lugar de los hechos, trasladó a la víctima al hospital para ofrecerle ayuda psicológica y para que se realizara un examen médico. Las investigaciones apuntan a que pudo haber sido drogada.
No es el único caso
Ni ha sido el primero ni será el último de los actos de violencia machista y sexual cometida por bestias inhumanas. El pasado mes de julio, una menor de quince años fue violada dos veces en Birmingham. Los sospechosos eran dos hombres de apariencia asiática. La víctima había acudido al segundo agresor en busca de ayuda tras la primera de las violaciones.
La menor se encontraba en la estación ferroviaria de Witton cuando un hombre se acercó y se la llevó a una zona apartada. Allí, cometió la violación.Tras estos hechos, la adolescente pidió ayuda a los coches que pasaban por el lugar. La respuesta fue insólita: un vehículo se detuvo y su conductor procedió a violarla en lugar de auxiliarla.
La policía se encuentra investigando las imágenes callejeras de CCTV y demandaba colaboración ciudadana para dar con los agresores.
En los últimos años, en esta misma zona donde se han producido los hechos se llevan denunciado casos de violaciones y abuso sexual sistemáticamente por diferentes clanes de varones que proceden de otros países. En varias ocasiones, el miedo a generalizar sobre toda una sociedad en concreto por culpa de tres o cuatro energúmenos provoca que se oculte la procedencia de los atacantes en aras de lo políticamente incorrecto.