La mujer acusada de haber asesinado a su bebé recién nacido, asestándole 53 puñaladas en su domicilio de Gijón, ha asegurado este 13 de mayo que está arrepentida. Silvia, el nombre de la acusada, aprovechó el turno de palabra en el juicio al que asistió en la Audiencia Provincial para pedir disculpas.
Ha asegurado que no habrá "vida suficiente" para poder pedir perdón. También se ha disculpado al padre biológico del bebé, a sus exsuegros y a su propia familia por haberles arruinado la vida, según ha dicho. Esto ha ocurrido justo en el juicio donde tanto el padre como la Fiscalía han solicitado la prisión permanente revisable.
Los hechos ocurrieron en 2019
El 1 de agosto de 2019, Silvia dio a luz a un bebé vivo, varón, en la vivienda de Gijón en la que residía junto con quien era su novio. Según el Ministerio Fiscal, asestó 53 puñaladas en distintas partes del cuerpo utilizando un cuchillo de cocina sobre las siete de la tarde, cuando su pareja todavía volvía del trabajo.
Tras el asesinato, metió al bebé en una mochila junto con la placenta, a la cual todavía seguía unido a través del cordón umbilical. Tiró el cuerpo en un contenedor de basura que había en su misma calle, antes de que llegase su pareja. Silvia le había ocultado su embarazo a su pareja y a toda su familia. Finalmente, fue un ciudadano quien se encontró al bebé sobre las dos de la noche.
Se valora si fue un arrebato provocado por su diagnóstico mental
El abogado de la acusada pidió un atenuante que se ampare en el trastorno psicosocial de la personalidad que le ha sido diagnosticado. De todas formas, los peritos han determinado que la acusada era plenamente consciente de lo que estaba haciendo cuando asesinó a su hijo. Según su exnovio y la fiscal, la acusada es una persona "malvada" que asesinó a un recién nacido "indefenso".
Esto lo corrobora el abogado del padre, que dice que el arrepentimiento de la madre es "una manifestación preparada" para reducir su condena. Según sostiene el abogado de Silvia, si fuese una persona malvada "sería un proceder general hacia terceras personas, como vecinos o familia", pero, sin embargo, solo dañó al bebé en el arrebato de lo que podría haber sido causado por el diagnóstico.
