La Administración estadounidense ha anunciado la muerte de Hamza Bin Laden, hijo predilecto del terrorista Osama Bin Laden y su principal sucesor en la lucha contra occidente.
El Gobierno no ha concretado la fecha ni las circunstancias del fallecimiento. Sin embargo, según The New York Times, la operación que ha puesto fin a la vida del joven tuvo lugar en algún momento durante los dos primeros años de la Administración de Donald Trump, entre enero de 2017 y enero de 2019.
Un mes después de la muerte de Hamza Bin Laden, cuando aún no había trascendido la noticia, Washington ofreció una recompensa de hasta un millón de dólares a quien proporcionase información acerca de su paradero, alegando que había amenazado a Estados Unidos en repetidas ocasiones por la muerte de su padre.
Hamza Bin Laden, de 30 años, se crió junto a su progenitor y se preparó para tomar el timón de Al-Qaeda hasta el 11-S. Siguió los pasos de su padre en la organización que fundó para luchar contra la presencia soviética en Afganistán y se casó con la hija de un líder de alto rango de la banda terrorista, acusado por su papel en los atentados de 1988. Ahora, la muerte del hijo predilecto del terrorista sitúa de nuevo el foco en la familia y su paradero.
El paradero de todos los miembros de la familia bin Laden
Desde que las Fuerzas especiales matasen a Osama Bin Laden en 2011 en Pakistán, Al-Qaeda perdió su hegemonía en favor del Daesh. Su hijo Khalid Bin Laden fue abatido en la misma operación y el ahora fallecido Hamza tomó el mando. Pero, ¿qué fue del resto de los hermanos?
Omar Osama bin Laden quiso seguir los pasos de su padre, aunque finalmente optó por dedicarse al mundo de los negocios por no querer "ser asociado con la muerte de civiles ni con las acciones de su padre". El mismo camino ha seguido Abdallah bin Laden, que dirige su propia marca llamada 'Fame advertising'.
En cuanto a sus esposas, a las que trataba como prisioneras, se conoce que dos de ellas, Siham bin Laden y Kola Book contaron a la prensa cómo el terrorista las violaba día tras día. Por otro lado, Khairiah Sabar, Siham Sabar y Amal al-Sadah, también cónyuges de bin Laden, se encuentran en manos de los paquistaníes.
Lo que parece que no ha cambiado en la vida de la familia es la gran fortuna que acumula gracias al Grupo Saudí Binladin, dedicado a la construcción, la industria y la energía y que es considerada ya una de las empresas más importantes del mundo islámico.