Debemos tener mucho cuidado con lo que comemos, ya que los alimentos pueden contener parásitos, bacterias y diferentes afecciones capaces de penetrar en nuestro organismo por ingerir alimentos crudos o en mal estado. En este caso, una de las víctimas de estas plagas ha sido un joven indio. Murió por los graves quistes cerebrales que le causaron las cientos de larvas que poblaban su cerebro.
El joven había acudido previamente al hospital porque se encontraba en mal estado. Allí le detectaron lo siguiente: Cisticercosis. El estado de invasión estaba tan avanzado que los médicos no pudieron hacer nada más por él y terminó muriendo a las dos semanas de su ingreso en el centro hospitalario. Algunos de los síntomas que ha padecido el difunto antes de acudir a las autoridades sanitarias fueron hinchazón en el ojo izquierdo, dolor en la ingle y convulsiones.
Estaba infectado por una 'tenia solium'
El parásito que afectó a este chico es la tenia, la misma que puede aparecer en el intestino de una persona. El parásito conocido como 'tenia solium' se desarrolla a raíz de consumir carne de cerdo cruda o poco cocinada. Este tipo de infecciones suelen ser inofensivas y se tratan con medicamentos antiparasitarios, a no ser que las larvas invadan el sistema nervioso central; en cuyo caso el resultado puede ser el mismo que nos ocupa.
El proceso de infección es el siguiente: una vez ingeridos los huevos se incuban en el intestino y liberan oncosferas (envoltura embrionaria de las larvas) que penetran en la pared intestinal. Estas oncosferas se desplazan por el torrente sanguíneo hasta musculos, encéfalo, hígado u otros órganos. Cuando sucede esto se produce la cisticercosis, presencia masiva parasitaria en tejidos de determinados órganos.
Estos seres se nutren del alimento consumido por sus huéspedes. Se desarrollan y viajan hasta el intestino grueso, donde se mezclan con las heces de la persona infectada y salen a a su exterior. Esto es lo que puede provocar que los cerdos se infecten al comerlas y comience de nuevo el proceso.