No es la primera vez que vemos cómo suceden tragedias después de intentar hacerse un selfie. En los últimos años a aumentado peligrosamente esto de morir por hacerse una foto que quede 'bonita' en nuestra cuenta de Instagram o Facebook.
Los enchufes y el agua son mala combinación
En este caso, contamos con la historia de Yulia Vysotskaya, una menor de origen ruso de 14 años, que estaba tomando un plácido baño.Todo iba a la perfección, hasta que decidió usar el teléfono móvil. Y, con ello, llegó una descarga eléctrica que ha terminado con su vida de la peor forma.
El problema llegó cuando la menor se olvidó de retirar el cargador del teléfono móvil. Con las manos mojadas y las sustancias 'resbaladizas' que pueden tener algunos jabones o geles, la tragedia estaba servida. El teléfono cayó entre los dedos de la joven y terminó originando una fuerte descarga que la dejó inconsciente. Esto provocó que se hundiera en la bañera con el desenlace más dramático.
Una moda mortal
Ya hemos comentado que los selfies se han cobrado casi 300 muertes a lo largo de los últimos 6 años. La mayoría de las víctimas suelen ser varones que rondan los 23 años. ¿Arriesgaría alguien su vida por conseguir una foto con muchos 'likes'? Parece ser que sí.