La larga lista de personalidades del Partido Popular que han muerto en extrañas circunstancias antes de declarar por un caso de corrupción acoge un nuevo nombre: el del exvicepresidente de Castilla y León, Tomás Villanueva.
Villanueva se encontraba reposando a las 4 de la madrugada en su residencia de Tordesillas, en Valladolid, cuando de repente sufrió un desvanecimiento inesperado y falleció.
Fue entonces cuando su hijo llamó al Servicio de Emergencias 112 para alertar de que su padre había perdido completamente el conocimiento y no respondía. Los médicos se personaron rápidamente en la vivienda, pero no consiguieron recuperar sus constantes vitales.
El exvicepresidente castellanoleonés estaba citado a declarar como imputado en los dos grandes casos de corrupción que afectan al Partido Popular de la región. El próximo 19 de octubre tenía que acudir al juzgado por el caso Perla Negra y el 27 de noviembre por la Trama Eólica.
Las investigaciones continuaban hacia adelante, y el día previo a su repentino fallecimiento, el juzgado había ordenado el traslado de las 83 cuentas corrientes de él y sus familiares para permitir que fueran rastreadas por Hacienda en el marco de las investigaciones judiciales.
Villanueva había sido un aliado de Aznar en FAES, junto a quien fundó el think tank que recientemente se ha desvinculado del Partido Popular por sus diferencias ideológicas con la línea de Mariano Rajoy.
El político había visto cómo se retiraba su presidencia de honor después de haber sido vinculado con dos casos de corrupción, después de haber logrado convertirse en uno de los miembros más importantes de una de las federaciones más fuertes de la formación conservadora.
Con su muerte, se contabilizan al menos 11 personas que han fallecido en medio de una trama de corrupción vinculada al Partido Popular. La mayoría de ellos, sorprendentemente, murieron días antes de declarar ante la Justicia.
