La presidenta del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, Esther Arizmendi, ha fallecido este domingo 19 de noviembre. Su labor al frente del Consejo estaba principalmente relacionada con la apertura de las instituciones como vía de evitar la corrupción administrativa que durante años ha marcado a los distintos gobierno.
Arizmendi fue nombrada a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, dirigido por Cristóbal Montoro. La responsable llegó a este puesto tras desempeñar cargos como funcionaria tanto en la administración local como autonómica y ministrrial.
Su currículum era extenso y su experiencia en la gestión de las administraciones públicas, muy importante. Muestra de ello: en 2012 fue nombrada directora general de Modernización Administrativa, Procedimientos e Impulso de la Administración Electrónica.
También fue ponente de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas como Presidenta de la Subcomisión de Simplificación Administrativa, hasta que llegó a ser responsable de transparencia.
Su entorno ha lamentado su fallecimiento y ha expresado sus condolencias. El CTGB ha destacado en un comunicado "su compromiso con el servicio público, su lucha ante las adversidades, su espíritu combativo, su humanidad y la cercanía con la que trataba a todos".
"Nos invade una tristeza enorme. Esther deja un profundo vacío no solo en el ámbito profesional sino también en el personal", indican desde el Consejo, que ha destacado su pérdida como "irreparable" y ha transmitido "sus condolencias a sus hijos, familiares, amigos y a todos los que la querían".