Oscar, un cocker spaniel de 16 meses, ha perdido la vida como consecuencia de ingerir una mascarilla utilizada en Chester (Reino Unido). El alambre de dicha mascarilla perforó el intestino del animal, motivo por el que los veterinarios finalmente no pudieron salvar al cachorro, a pesar de todos los esfuerzos realizados.
La dueña del pequeño Oscar, Emma Paul, afirmó que tanto ella como su esposo y sus tres hijos han quedado en "completo y absoluto shock" con todo lo sucedido. La familia ahora quiere que la noticia tenga difusión con el objetivo de concienciar a otros dueños de perros para que un incidente de estas características no vuelva a producirse bajo ningún concepto.
Emma asegura que la familia encontró a Oscar inmóvil el pasado lunes 19 de abril y "claramente muy mal", según ha declarado a CheshiriLive. "El día anterior había sido su 'yo alegre y animado' y después de haber paseado dos veces al día durante el fin de semana y corriendo detrás de las pelotas de tenis en el jardín mientras los niños jugaban al cricket".
Pero todo cambió al día siguiente: "El domingo por la tarde, no comió su comida, lo cual era realmente inusual, pero fue a la mañana siguiente cuando obviamente no era él mismo y no hizo ningún movimiento", explicó entonces.
"Llamamos a los veterinarios de inmediato y le hicieron algunas pruebas de sangre y otras pruebas, ya que al principio creyeron que podría haber sido una especie de intoxicación por toxinas; le pusieron goteros y lo controlaron de cerca", indicó.
La peor noticia
La responsable de Oscar cuenta que empezó a vivir un infierno: "Nuestro veterinario recomendó que lo llevaran al hospital veterinario". A partir de entonces, recibió transfusiones de sangre, radiografías "y también descubrieron que tenía sepáis el martes por la tarde, por lo que solo podían operar".
Al llegar a este punto, todo cambió: "Pronto se dieron cuenta, cuando lo abrieron, que el daño en su intestino era demasiado grande para que sobreviviera, ya que un alambre había perforado su intestino", cuenta Emma. "Los veterinarios confirmaron que era el alambre de una mascarilla que se había comido en algún momento durante el fin de semana mientras paseaba".
Además, afirma que ella y su familia estaban en estado de 'shock', pero también "muy molestos" por su "muerte innecesaria". Y añaden: "Claramente no fue en absoluto intencional, pero es muy triste que haya sido una mascarilla lo que haya causado que esto suceda".
Por todo ello, Emma y su familia colocarán carteles como llamamiento a quienes disfruten del bosque y los paseos en la zona para que eliminen la basura de manera responsable y piensen dos veces sobre el impacto de los residuos que se abandonan, como las mascarillas. "Odiaría que alguien más tu viera que pasar por lo que hemos pasado esta semana. Ha sido una experiencia tan traumática y desgarradora", lamenta.