Dorothy Hoffner copó recientemente toda la actualidad después de lograr, el pasado 1 de octubre, alzarse como la mujer más longeva de la historia en saltar en paracaídas, con 104 años. Solo una semana después, este lunes 9 de octubre, su familia ha anunciado su fallecimiento en su casa de Chicago (Illinois, Estados Unidos).
Hoffner nació en 1918 y se convirtió en una apasionada del salto en paracaídas, desde que con 100 años lo practicó por primera vez. Sin embargo, no fue hasta este mes cuando, con 104 años, superó el récord de salto al vacío con mayor edad que anteriormente ostentaba la sueca Linnéa Ingegärd Larsson, de 103 años.
En su récord, realizó un salto dentro de la modalidad de tándem desde unos 4.100 metros de altura en Ottawa, al suroeste de Chicago, en el estado de Illinois. Saltó junto a un instructor certificado por la Asociación de Paracaidistas de Estados Unidos, Derek Baxter, completando así un giro hacia adelante antes de empezar la caída libre.
Ese salto duró 7 minutos, incluyendo un lento descenso hasta el suelo, en el que aterrizó de forma magistral, como destacaron los monitores presentes en la zona. Su instructor confeso que su objetivo era asegurarse de que ella "pudiera levantar las piernas durante el aterrizaje".
La edad es "solo un número"
Hoffner quiso reivindicar con su salto que "la edad es solo un número". En todo momento explicó que no sentía miedo y aconsejó que nunca es tarde para cumplir con los sueños que nos hemos marcado. Además, explicó que "fue maravilloso estar allí arriba, encantador, no podría haber sido mejor".
Además, aseguró que todavía tenía otra sueños por cumplir que implicaban riesgos. Planeaba volver a volar en un globo aerostático antes de los 105 años, en diciembre. Mientras, la asociación Skydive Chicago empezó a realizar el proceso para que Guinness World Records certificara su salto como nueva marca.
La mujer ha fallecido a la espera de cumplir su sueño y recibir la certificación del Guinness World Records. Su familia ha anunciado su fallecimiento mientras dormía en la residencia de mayores de la que era usuaria. Su familia ha asegurado que Hoffner era una mujer "valiente, independiente y llena de vida".