Tricia Jones, una mujer de 45 años de Missouri (Estados Unidos), ha muerto como consecuencia de la variante Delta del coronavirus, después de haber rechazado la vacuna contra la enfermedad por miedo a los efectos secundarios.
La gran cantidad de bulos y noticias sobre dichos efectos llevaron a Tricia a convertirse en escéptica sobre la seguridad de las vacunas. Además, tampoco le ayudó, según cuenta su madre, ver cómo ella lo pasaba tan mal los días después de recibir la primera dosis: "El coronavirus no perdona", asegura en una entrevista con FOX4.
Las recomendaciones que le hicieron los médicos y la propia madre, Deborah Carmichael, no sirvieron para nada: Tricia se había negado tajantemente a recibir la vacuna hasta que finalmente se contagió de la enfermedad.
"Nunca pensé que perdería a mi hija con 45 años"
La madre se encuentra ahora desolada con todo lo ocurrido: "Nunca pensé que perdería a mi hija con 45 años", relata en declaraciones a FOX4. Asegura que las "historias de terror" que escuchaba Tricia, madre de dos hijos, en los medios de comunicación le costaron la vida por contagiarse sin haber adquirido ninguna inmunidad.
La familia ha iniciado una campaña a favor de la vacunación en la que describen el dolor que supone perder a un ser querido en la pandemia y resaltando que la vacuna ofrece "muchas más posibilidades de salir hacia adelante".
