Katy Perry gritó 'Roar' en una de sus canciones más míticas con las que reafirmarse, pero en este caso, la cosa 'se ha ido de madre'. La cantante californiana lleva años inmersa en una batalla judicial con un grupo de monjas católicas para conseguir la propiedad de un convento situado en Los Ángeles.
El caso aún no se ha resuelto, puesto que las monjas que residen en la zona quieren vender la construcción a una restauradora, Dana Hollister, para reconvertirlo en un hotel. El grupo de monjas, sin embargo, cuenta con serios problemas para llevar a cabo esta operación a cuenta de su batalla de la intérprete de 'I kissed a girl'.
La tragedia, sin embargo, se ha consumado en plena sede judicial. En una de las vistas orales, la hermana Catherine Tose Holzman, de 89 años, comenzó a sentirse mal en el juzgado de Los Ángeles, tal y como informa la cadena estadounidense Fox.
Los hechos, registrados el pasado 9 de marzo, provocaron un fuerte revuelo en el juzgado. La monja, que iba acompañada de la hermana Rita Callanan, iba a entrar en la sala, pero no pudo. "Por favor, pare. No hace ningún bien excepto herir a mucha gente", criticó la religiosa a la cadena KTTV.
Katy Perry cuenta con todas las probabilidades de ganar
Las religiosas sienten que están recibiendo un duro ataque por parte de la intérprete estadounidense, pero lo cierto es que la propia Iglesia católica no las apoya. La mayor evidencia se produjo en 2015, cuando la archidiócesis de la que forman parte les negó la venta del convento a Hollister.
Esta decisión fue reafirmada por la decisión de la justicia, que declaró "inválida" la venta, lo que permitió que Katy Perry pudiera finalmente adquirir la propiedad con el amparo de los jueces.
Las monjas recurrieron esta última transacción ante la Justicia y, mientras tanto, el proceso continúa abierto a la espera de la resolución de los jueces.