La popular influencer Dominique McShain ha muerto a los 21 años. Nacida en Nueva Zelanda, reveló en abril de 2024 que había sido diagnosticada de un cáncer de colon incurable y que su esperanza de vida se situaba entre uno y cinco años.
Durante sus últimos meses de vida, Dominique McShain documentó su experiencia para concienciar sobre su enfermedad y luchar para que otros "nunca tengan que enfrentar la misma batalla" en la que entonces se encontraba.
En la red social TikTok explicó que se vio obligada a renunciar a la carrera de Psicología, en la que entonces se encontraba matriculada, para poder afrontar la quimioterapia, con efectos muy agresivos sobre su estado de salud.
Desde entonces, trabajaba a tiempo parcial en una oficina de recursos humanos. Sin embargo, el cáncer colorrectal que padecía le forzó a abandonar por completo: "Básicamente, dejé de trabajar y de ir a la universidad porque tengo un cáncer muy grave y el tratamiento es muy intenso", explicaba.
"Quiero ser directa con todos"
Después de haber permanecido en tratamiento de quimioterapia durante siete meses, el pasado 6 de abril compartió en TikTok, donde contaba con más de 200.000 seguidores, el duro diagnóstico que había recibido de los médicos: le quedaban "unos pocos días o semanas de vida".

"Queridos amigos y familiares, quiero ser directa con todos ustedes. Esta será la última actualización sobre mi viaje contra el cáncer hasta el día en que muera", expresaba la joven influencer antes de su traslado a la unidad de cuidados paliativos.
"Mi hígado está fallando rápidamente hasta el punto de ictericia y el cáncer está progresando rápidamente", relataba entonces. Los médicos le habían ya recomendado abandonar el tratamiento y dejar la quimioterapia: "En este punto, he pasado a los cuidados paliativos, centrándome en aliviar el dolor y gestionar los efectos secundarios".
Poco antes de su muerte, Dominique McShain, que se casó con su pareja Sean Suso tan solo un mes antes de su diagnóstico, explicó ante sus seguidores la importancia de acudir a tiempo al médico para evitar diagnósticos tardíos de consecuencias irreversibles: "También me siento decepcionada con el sistema público de salud en Nueva Zelanda, especialmente por las restricciones que existen para acceder a escáneres y pruebas necesarias para la detección temprana del cáncer".