El expresidente de Pakistán, Pervez Musharraf, ha muerto a los 79 años. Gobernó el país durante casi una década, tras llegar al poder mediante un golpe de Estado en 1999 y ha fallecido este domingo en un hospital de Dubai tras años de exilio autoimpuesto.
Musharraf estaba siendo tratado en Dubai, donde residía, por amiloidosis, una rara enfermedad producida por la acumulación en los órganos vitales de una proteína llamada amiloide, que altera el funcionamiento de los tejidos y provoca disfunciones.
El primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, el presidente del país, Arif Alvi, así como el Ejército, la Armada y las Fuerzas Aéreas de Pakistán han expresado su pesar por el fallecimiento del mandatario.
El cuerpo de Musharraf será trasladado el lunes en vuelo especial desde Dubai hasta Pakistan para su entierro, según ha informado el canal de televisión local Geo News.
Su cercanía con Washington
El militar llegó al poder mediante un golpe de Estado en 1999 y gobernó la potencia nuclear hasta 2008. En aquella época, Pakistán vivió un gran crecimiento económico e intentó modernizar sus valores conservadores.
Musharraf utilizó la mano dura del ejército para sofocar la disidencia y respaldó la guerra de Estados Unidos tras el 11-S en su lucha contra Al-Qaeda y los talibanes. Pakistán se convirtió en el gran aliado de Estados Unidos en la región, así como proporcionó a Washington acceso terrestre y aéreo a Afganistán para perseguir a los terroristas identificados como responsables de los ataques.
Esta política llevó a que Musharraf perdiera muchos apoyos entre los sectores más conservadores a nivel interno en su país, lo que propició que fuera objeto de atentado en varias ocasiones.
Presionado por el poder judicial y la coalición ganadora, se vio obligado a dimitir en agosto de 2008. En 2013, interrumpió su exilio para intentar regresar al poder, pero su candidatura fue invalidada y ganó las elecciones Nawaz Sawif, al que había derrocado en 1999.
El militar fue juzgado por un tribunal especial por delito de traición, acusado de imponer el estado de excepción y decretar la detención de decenas de jueces. El tribunal condenó en 2019 al expresidente a la pena de muerte, la primera vez en siete décadas de historia en la que sucedía algo similar, el dictamen finalmente fue anulado por el Alto Tribunal de Lahore.
Pakistán ha estado gobernado por cuatro dictadores militares que dieron tres golpes de Estado a lo largo de sus 72 años de historia. El primero de ellos se erigió en 1958 y el último en 1999.