El popular influencer peruano Ingeniero Bailarín ha muerto a los 34 años al no superar una infección por dengue. Su fallecimiento se ha producido por un paro respiratorio derivado de la acumulación de líquido en sus pulmones, según ha confirmado el Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud).
Jainer Moisés Pinedo Vargas, conocido en las redes sociales como Ingeniero Bailarín, se encontraba de viaje en Condorcanqui, en Amazonas, donde según han publicado varios medios pudo haber contraído la enfermedad.
Durante el viaje, el conocido influencer empezó a experimentar el inicio de un cuadro de neumonía por el que los médicos ordenaron su traslado de urgencia hacia el hospital más cercano. Su estado de salud siguió empeorando y fue nuevamente internado.
En su segundo ingreso, en el centro le diagnosticaron un derrame pleura, acumulación de líquido entre los pulmones y la pared del pecho. Cuando comprobaron la gravedad de su estado de salud, se llevó a cabo un tercer traslado, en este caso, a un centro de Perú.
Allí iniciaron el drenaje del líquido en la zona pulmonar, pero su situación no mejoró. Poco después volvió a recaer y los médicos le ingresaron en la Unidad de Cuidados Intensivos, con antibióticos, ventilación mecánica y atención constante. A pesar de todo, no pudo salvar su vida y falleció por un paro cardíaco.
Ingeniero Bailarín era muy conocido en redes sociales. Ingeniero forestal de profesión, era amante del baile y colaboró con el grupo Explosión de Iquitos, que le llevó a amasar una gran audiencia en redes sociales, con más de 260.000 seguidores en TikTok y 50.000 en Instagram.
Así es el dengue
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos, principalmente la especie Aedes aegypti. Sus principales síntomas aparecen entre 4 y 10 días después e incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares, dolores articulares, erupción cutánea, fatiga y debilidad.
En algunas ocasiones, la enfermedad puede aumentar su gravedad, derivando de este modo en dengue hemorrágico, que puede ser potencialmente mortal. Sin embargo, no existe un tratamiento específico para la enfermedad, y tan solo cabe remitirse a repelentes para evitar las picaduras o, en todo caso, evitar aquellos lugares frecuentados por estos insectos.
