El constructor Francisco Hernando Contreras, más conocido como 'Paco, el Pocero de Seseña', ha muerto a los 74 años este viernes 3 de abril como consecuencia del coronavirus. Hernando llevaba ingresado en la clínica Quirón de Madrid desde el pasado lunes, pero finalmente no ha conseguido superar la enfermedad.
Fue una de las caras más visibles de la burbuja del ladrillo. Amasó una de las fortunas más grandes de España, se hizo con una de las flotas de jets privados más grandes del país y se hizo con un yate superior al Fortuna de la Familia Real.
Su mote como 'pocero' venía de sus primeros trabajos construyendo alcantarillas. Criado en una España en blanco y negro que le hizo analfabeto en sus primeros años de su vida (reconoció no saber leer), Francisco Hernando terminó jactándose de construir una ciudad valorada en 6.000 millones de euros en un secarral de Toledo durante los años del boom, la primera década de los 2000.
Sin embargo, los agujeros llegaron después. En el año 2009, cuando el pinchazo ya era una realidad, se marchó a Guinea Ecuatorial, dejando tras de sí 5.600 viviendas en el mercado, tres proyectos sin terminar con un coste superior a 18 millones de eruos y un pufo con Hacienda que le llevó al séptimo puesto de morosos con un 'debe' de 86 millones de euros.
Su vuelta a España incluyó una aparición en plena Seseña, ante los medios de comunicación, para solidarizarse con los vecinos que habían sufrido un incendio en la urbanización y a los que prometió pagar todos los costes legales. Nada más se supo: volvió a desaparecer sin dejar rastro y sin pagar lo prometido.
Gusto por el lujo
Si algo no ocultaba 'Paco el pocero' era, precisamente, su gusto por el lujo. Entre ellos, el mayor yate de bandera española, el Clarena II, como lo rebautizó tras comprárselo al empresario mexicano Ricardo Salinas.
Diseñado por Nuvolari & Lenard, fue construido en 2010 en Italia por 58 millones de euros, cuenta con espacio para 12 invitados en seis cabinas y tiene una dotación de 28 tripulantes. Tiene, además, un beach club, jacuzzi, plataforma para el baño, helipuerto y garaje para embarcaciones menores. Y lo más importante: 72 metros de eslora, el doble que el Fortuna del rey Juan Carlos.
Por otro lado, el constructor también contaba en su cartera con un jet privado, un Global Express XRS, exactamente igual al que utiliza el fundador de Microsoft, Bill Gates, para sus desplazamientos privados.
Se trata de un avión de lujo, una aeronave privada capaz de transportar a veinte personas y que alcanza velocidades máximas de 950 kilómetros por hora.