Charles Manson ha muerto este lunes 20 de noviembre a los 83 años. Este conocido delincuente lideró una secta en cuyos 'honores' se encuentra el de convencer a seis personas para cometer hasta siete asesinatos.
El más mediático de todos ellos, fue el de la novia de Roman Polanski, Sharon Tate, que se encontraba en el octavo mes de gestación. Irrumpieron en su casa en mitad de la cena, les sometieron a todo tipo de torturas, y finalmente, les asesinaron brutalmente. Después, con su propia sangre, aprovecharon para pintar en la puerta: 'Pig', en español, 'cerdo.
El objetivo de todos ellos era el de vincular su asesinato con el Partido de los Panteras Negras, una formación que se dedicaba a proporcionar ayudas sociales, vigilar el comportamiento de la Policía para evitar abusos y, sobre todo, defender los derechos de la comunidad afroamericana.
La intención del grupo era provocar una reacción en cadena que llevase a los ciudadanos blancos a 'tomarse la venganza por su mano'. De esta forma, se iniciaría una guerra racial que ganarían los negros, que terminarían por suplicarle que fuera su líder y guía espiritual. Con todo ello, Mandon se convertiría en una especie de ángel exterminador, tal y como se especifica en el 'Apocalispsis'.
Su influencia fue tan grande, y su caso tan mediático, que muchos analistas coinciden en asegurar que su escándalo supuso el fin de la era de libertades de los 60's y 70's; y el comienzo de una década mucho más conservadora, la de 1980, que tuvo como máximo exponente al presidente Ronald Reagan.
Una infancia dura
La infancia de Charles Manson no fue fácil. Su padre huyó antes de que naciera, y su madre, Kathleen Madddox, aprovechaba cualquier descuido para desentenderse de él. En una ocasión, por ejemplo, para robar una gasolinera cuando él tenía seis años.
Por todo ello, Manson llegó a asegurar lo siguiente: "Soy un niño de la calle. El hijo de una niña perdida que salió de Kentucki abandonada por su marido". El robo de la gasolinera terminó con su madre en prisión: "Mi madre estuvo en prisión por robar a mano armada. Yo solía visitarla allí", recordó.
Cuando su madre salió de la cárcel, obligó a su hijo a viajar con ella por todo Estados Unidos. En su periplo cometió todo tipo de delitos, hasta que un día, se enamoró. Su novio odiaba a Manson, así que ella tomó una decisión: dejar a su propio hijo en manos de los servicios sociales.
Todo ello le llevó a comenzar a realizar actos delictivos, algunos de ellos, que rayaban el sadismo que envolvía los lugares que habitaba: casas de acogida y reformatorios. No olvida que en ocasiones fue víctima de violaciones, y los expertos aseguran que todo ello forjó un carácter completamente violento que, posteriormente, se demostró como cierto.
Un líder hippie de perfil psicopático
A partir de ello, comenzó una vida de entradas y salidas de prisión que terminó en 1967. "No quiero salir, no tengo ningún hogar fuera", llegó a espetar a uno de los funcionarios de la penitenciaría.
Fue entonces cuando descubrió el auge del movimiento hippie: se trasladó al meollo de Haight Ashbury, abrazó la cienciología (de moda en aquella época) y se rodeó de una comunidad abierta que no deshechaba el 'amor libre' o el consumo de drogas.
Allí comenzó a forjar una hoja de ruta para conseguir su objetivo durante todos los años de prisión: conseguir un séquito que siguiese sus órdenes y que le considerase un verdadero líder espiritual.
'La Familia Manson'
Y lo consiguió. Gracias a la ideología que promulgaba la independencia de la familia y la ruptura de los cánones establecidos, generó una serie de admiradores que rápidamente seguían sus consejos. Sus habilidades con la guitarra (fue rechazado por varios grupos musicales) le permitió un carisma mucho más interesante.
Su 'familia' fue fluctuando en seguidores, pero se fijó en alrededor de una treintena. Fue entonces cuando comenzó a promulgar todo tipo de teorías controvertidas, pero la mayoría de las personas que le acompañaban las creían.
¿Qué llevó a tanta gente a seguir a un personaje de estas características? Los expertos señalan a una personalidad controvertida, camaleónica, capaz de convencer a cualquier persona. Para ello, jugaba con la personalidad espejo, reflejando las ideas de los demás y sabiendo cómo dirigirse a cada uno de sus seguidores. Cuando los atrapaba, generaba miedo y castigaba a todo aquel que salía de sus normas.
Otro de los puntos era el consumo de drogas. Manson se dedicaba a lanzar los puntos más paranoicos y controvertidos de su discurso cuando el resto iba completamente puesto de estupefacientes como el LSD o cannabis. Drogas que también empleaba para mantener relaciones sexuales con sus seguidoras.
La Familia y los asesinatos
Finalmente, Charles Manson se hizo con su 'familia' definitiva: Mary Brunner, Lynette Fromme, Patricia Krenwinkel, Susan Atkins, Leslie Van Houten y Charles Watson. Todos ellos permanecen en prisión o han muerto entre rejas.
Poco a poco, las orgías y el consumo de drogas favoreció que el círculo se estrechase y Manson, revelando una personalidad psicopática (capaz de saber manejar a los demás), comenzó a imponer un discurso de corte satánico.
Sin embargo, el desencadenante llegó cuando Manson disparó a una persona negra que, según creyó, pertenecía al grupo de los Panteras Negras. En ese momento, comenzó la paranoia de que sus seguidores querrían venganza y acabar con su vida. Y comenzó a cerrarse en su grupo e imponerles un discurso violento.
Fue entonces cuando comenzó el asesinato de Gary Hinman, amigo personal de Manson, a quien abordaron en su casa para sustraerle 20.000 dólares. Le interrogaron, le torturaron y, tras ver que no respondía, le mataron. La orden partió del propio Charles.
Un mes después, llegó el asesinato de Sharon Tate y otras cuatro personas. Los expertos aseguran que llegó a su vivienda buscando a un productor que se negó a financiar su disco. Que se los encontró por casualidad. Allí les sometieron a todo tipo de torturas.
Al día siguiente, llegó otro asesinato: Leno y Rosemary LaBianca. Le extorsionaron, les torturaron y les sometieron a una brutal muerte que dejó a los investigadores estupefactos y la opinión pública conmocionada. Había que acabar con todo.
Manson se encargó de que todos se mancharan las manos menos él, que simplemente se limitaba a dar órdenes. Sin embargo, su pena fue la misma que la de sus compañeros por haber ejercido de 'autor intelectual' en todo momento.
Finalmente, todos ellos fueron detenidos. Aparecieron en el juicio sonrientes, como si no hubiera pasado nada. Habían matado a siete personas. En su guarida encontraron más de 200 armas. Y dejaron una leyenda que continúa causando escalofríos.