Joseph Smith, un cazador de 30 años, ha muerto accidentalmente en Kansas (Estados Unidos), después de que su perro pisara el gatillo de su rifle.
El perro viajaba en el asiento trasero de la camioneta de su dueño, cuando pisó el fusil propiedad del hombre. Fue entonces cuando el arma se accionó de forma accidental, de forma que la bala impactó mortalmente en el cuerpo de la víctima.
Varias dotaciones policiales se personaron rápidamente en el lugar de los hechos. Además, los servicios de emergencias únicamente pudieron limitarse a certificar el fallecimiento del hombre, a pesar de que le practicaron todas las labores de reanimación correspondientes.
La investigación emprendida por los agentes dependientes del shérif del condado de Summer certificaron que el hombre falleció por los disparos recibidos en la espalda. Todo sucedió porque el arma se accionó después de que el perro la pisara y, en consecuencia, accionara el gatillo por accidente.
Gran afición a la caza
Joseph Smith trabajaba como fontanero pero era un gran aficionado a la caza. En declaraciones al New York Post, sus allegados señalan: "Es absolutamente la persona más singular que he tenido el placer de conocer. Fue amado por todos nosotros en todos los ámbitos de la vida".
Algunos allegados han iniciado una recogida de fondos para sus familiares. Esta no es la primera vez que ocurre algo similar. En Turquía, otro hombre también murió como consecuencia de un disparo a bocajarro después de que su perro disparara su arma.