Marie Frediksson, intérprete del grupo Roxette, ha muerto a los 61 años como consecuencia de un cáncer cerebral que arrastraba desde el año 2002. Su representante, Marie Dimberg, ha confirmado la noticia: "Con gran tristeza tenemos que anunciar que uno de nuestros artistas más grandes se ha ido. Marie Frediksson murió como consecuencia de su enfermedad", ha escrito en un comunicado de prensa.
Su enfermedad comenzó el 11 de septiembre de 2002 cuando comenzó, según sus palabras, el "infierno". Los médicos le dieron como máximo un año de vida tras el diagnóstico, pero finalmente consiguió superar con creces esa meta.
Marie Frediksson deja a su esposo, Mikael Bolyos, de 62 años y a sus dos hijos, Josefin Bolsyos, de 26 y Oscar Bolyos, de 23. Frediksson será enterrada en la intimidad y solo con su familia más cercana presente.
Una gran carrera en el mundo de la música
Time goes by so quickly. It's not that long ago we spent days+nights in my tiny apartment sharing impossible dreams. And what a dream we eventually got to share! I'm honoured to have met your talent+generosity. All my love goes to you+your family. Things will never be the same. pic.twitter.com/MQwkjEozl3
— Roxette (@TheRealRoxette) December 10, 2019
Roxette es uno de los grupos musicales de la historia de Suecia con capacidad de equipararse con ABBA en repercusión, aunque en este caso su orientación se dirigía principalmente hacia el rock.
El dúo ha vendido más de 75 millones de discos desde que comenzaron su carrera en 1986. Además, han encabezado la lista de Billboard estadounidense en varias ocasiones, siendo la primera de habla no inglesa en grabar un unplugged de la MTV.
Su muerte se ha producido varios días después de la publicación de sus memorias en España, aunque con retraso respecto al resto de países. En ellas hace un ejercicio retrospectivo en el que valora cómo el cáncer llevó a cambiar por completo su vida y valorar aquellas cosas que realmente importan.
A su pareja artística, Per Gessle, la conoció cuando trabajaba ocasionalmente como corista de la banda Gyllene Tider y Frederiksson. Allí empezó una relación musical que llevó a cosechar todo tipo de éxitos y premios a lo largo de tres décadas de incombustible trayectoria profesional.
A su pareja sentimental, el también cantante sueco Mikael Bolyos, le dedica gran parte del libro que ahora ve la luz en España: "Le costó mucho, pero logró sacarme de la soledad y de la oscuridad".
El tratamiento para el tumor que padecía, que descubrió tras sufrir un desvanecimiento en su casa, le cambió la vida por completo. El tratamineto le dejó un tiempo sin voz, perdió la capacidad del habla, de moverse e, incluso la memoria: "Tuve que empezar desde cero, volver a aprenderlo todo: leer, escribir, tocar la guitarra y amar".