Con tan solo 25 años, Sadie Backston ha dejado huérfanos a cuatro hijos por una negligencia médica, cuanto menos "sangrante". Según relata Mirror, Sadie acudió hasta cuatro veces al médico de cabecera quejándose de dolores y sangrado en la zona del útero. A pesar de que en su familia materna había un largo historial de antecedentes, el médico consideró que Sadie era "demasiado joven" para realizarle la prueba, y decidió recetarle analgésicos.
Una simple citología hubiera evitado el problema. Sin embargo, el tiempo pasó y Sadie sufrió un desmayo, tras el que fue ingresada en el hospital. Allí, finalmente sí que decidieron molestarse en realizarle una serie de pruebas que dieron como resultado un diagnóstico que llegó demasiaod tarde: cáncer de cuello de útero.
La joven fue inmediatamente sometida a un fuerte tratamiento de radioterapia y quimioterapia. Pero ya era tarde: el cáncer se había extendido por todo el cuerpo y era terminal. La familia, desolada, sigue considerando que, dados los antecendentes y los síntomas que presentaba, la vida de Sadie podría haber continuado y no comprenden por qué se le negó la prueba.
La familia ha contado que la joven "era una chica encantadora". "No tengo palabras, estamos todos devastados", ha asegurado Lizzie Blackston, hermana de la fallecida. Cuando le diagnosticaron la enfermedad, los médicos dijeron que podría vivir un año más. Sin embargo, no lo consiguió. La familia ha considerado "insoportable" el rápido deterioro de la joven.
Sadie llevaba ahorrando desde principios de 2016 con el fin de llevar a sus hijos a Eurodisney. Cuando pudo, se encontraba demasiado enferma para ir con ellos.
Su hermana ha querido que este caso sirva como ejemplo para evitar en el futuro situaciones similares: las citologías solo se realizan a mayores de 25 años. "La edad debería bajarse a los 16 porque esa es la edad en la que legalmente puedes tener relaciones sexuales", asegura Lizzie.