Orlando Serrano Arzola, un joven de 25 años, se estaba tomando selfies en un mirador de Arizona cuando, de repente, cayó al vacío. El resultado fue fatal, puesto que la altura, velocidad y la posición en la que se encontraba mientras se estaba retratando terminaron con su vida.
Varios testigos que se encontraban en la zona acreditaron todos los hechos y certificaron la identidad dle joven. Pero la pesadilla no había terminado. Mientras se estaba recuperando el cadáver del fondo del mirador de la presa de Glen Canyon, en el parque nacional que lleva el mismo nombre, también encontraron huesos que, tras el análisis correspondiente, se pudo certificar que eran humanos.
Ahora, las autoridades investigan tanto la muerte del joven como el otro hallazgo, sobre el que todavía no hay conocimineto. Todavía no hay constancia de la persona a la que pertenecen estos restos ni cuándo o cómo llegaron hasta allí.
Muerto por selfie
Sobre el fallecimiento de Serrano Arzola, el Servicio de Parques Nacionales (NPS) señala que recibió un aviso de una persona que había caído de un acantilado con vista al río Colorado en el mirador de la presa de Glen Canyon.
"Los testigos informaron que la víctima estaba en la cima del borde con vista al río Colorado tomando fotografías cuando cayó y luego se deslizó hacia el precipicio", señala el comunicado remitido por el NPS a los medios de comunicación. El escrito destaca que el joven perdió la vida "víctima de un trauma severo y no mostró signos de vida inmediatamente después de la caída".
Veinte minutos después de recibir la llamada de socorro, un agente del Departamento del Alguacil del condado de Coconino logró llegar hasta el joven y "confirmó que la víctima había fallecido", según el NPS.
El cadáver fue trasladado hasta la oficina del médcio forense en Flagstaff para la realización de una autopsia. Las primeras pesquisas de las investigaciones policiales indican que todo el suceso fue fruto de la imprudencia del joven.
En otro comunicado, las autoridades señalaron el hallazgo de los huesos humanos, todavía sin identificar: "El descubrimiento se realizó mientras se recuperaba el cuerpo de una víctima mortal no relacionada en el mismo lugar".
Para evitar tragedias de este tipo, un análisis de 2018 proponía declarar oficialmente 'Zonas Sin Selfies' en áreas turísticas, especialmente en picos de montañas y edificios altos. Al menos 259 personas han muerto entre 2011 y noviembre de 2017 por tomarse selfies, según el último estudio disponible. La mayoría de estos incidentes se han producido en India, Rusia, Estados Unidos y Pakistán.
