Siria dejó de ser un país tolerante con la homosexualidad tras su independencia en 1946. Tres años después, cuando se redactó su código penal, se estableció un capítulo concreto que ilegalizaba la práctica sexual "contra natura" bajo una pena de tres años de cárcel.
Durante más de 60 años, los gays tuvieron que vivir escondidos para sortear la prisión. Hoy en día, tienen que exiliarse. La amenaza del Estado Islámico en las zonas sirias que controlaba (actualmente ninguna) era aún mayor contra los no heterosexuales. Muchos de ellos han sido asesinados, mientras los yihadistas grababan y difundían la ejecución.
"Los únicos homosexuales que se ven aquí son los que salen siendo asesinados en sus vídeos", comenta con resignación un gay sirio que aparece en el documental 'Mr. Gay Siria', que podrá verse hasta el 1 de julio en la plataforma online Filmin con motivo del Atlántida Film Fest que se celebra estos días.
'Mr. Gay Siria', dirigida por la directora turca Ayse Toprak, muestra el certamen para elegir al gay más guapo del país para representarlo en la gala internacional que se celebró en Malta en 2016. El concurso, sin embargo, no tiene lugar en Siria, sino en Turquía, donde la mayoría de homosexuales han tenido que huir para evitar caer en las garras del ISIS.
Una historia de supervivencia
Ser elegido Mr. Gay Siria no es fácil. Los refugiados que participan deben superar diversas pruebas hasta ser elegidos por un jurado. Y no solo son pruebas físicas o un desfile de modelos, también tienen que afrontar algunos escollos y traumas personales, como una dramatización sobre cómo le dirían a sus madres que están enamorados de una persona del mismo sexo.
Porque estos "supervivientes", como ellos mismos se denominan, han conseguido escapar de Siria, pero no de las "huellas físicas y psicológicas" que les dejó su estancia allí. Por eso es todavía más admirable la historia recogida por la directora de un joven peluquero que reside en el estado sirio, y reúne en el documental las fuerzas suficientes para contar la verdad. "La desesperación me ha hecho valiente", asegura.
Su relato es un primer paso en la denuncia de una situación insostenible. A 1.500 kilómetros de allí, sus compatriotas aspiran a llevar la lucha contra la homofobia en Siria al Mr. Gay World de Malta. Dos años después de la grabación del documental, la situación de los gays en el país árabe sigue siendo deficiente. Volverán a reivindicarlo en 2019, esta vez en Hong Kong.