"Si vuelvo a la primera línea, ¿cómo lo tratarás?". Esas palabras, que no dejan ningún espacio para la duda, las pronunció Soraya Sáenz Santamaría en un encuentro privado con el expresdente del grupo PRISA y su gran aliado en el diario El País, Juan Luis Cebrián, en un encuentro de dos horas celebrado el pasado jueves 31 de diciembre en el hotel Wellington de Madrid.
A nadie se le ha pasado por alto que un encuentro tan controvertido se produjese en mitad de un salón, bajo la vista y el oído de todos los comensales, con grandes poses dignas de fotogenia y que esa reunión se alargase durante más de dos horas. Juan Luis Cebrián aún cuenta con gran influencia en la línea editorial del primer diario en España. La noticia toma mayor relevancia ahora que el PP se hunde con 66 escaños (menos que Podemos en 2016) y el liderazgo interno de Casado se encuentra en entredicho).
Ya se sabía. Sorayita es El País y la SERSoraya a Cebrián: "Si vuelvo a primera línea, ¿cómo lo tratarás?". Cebrián a Soraya: "Cuenta con mi apoyo" https://t.co/MbS64yu9MG vía @okdiario
— Mariano Planells (@MarianoPlanells) 1 de febrero de 2019
En un Partido Popular en el que las cuentas se arreglan por la espalda, la reunión de los dos defenestrados de la última era de la nueva política (Cebrián y Soraya terminaron cayeron tras la moción) debería preocupar -y mucho- a Pablo Casado.
Algunos señalan que la exnúmero dos de Rajoy se llevó información procedente del CNI, ese organismo que dirige su fiel escudero Félix Sanz Roldán y que Pedro Sánchez ha mantenido en la cúspide a pesar del relevo.
Pero, aún a la espera de que Pablo Casado enseñe aquello que se esconde tras la portada de sus TFM, en el PP crece la tensión sobre qué puede estar planeando la favorita de Rajoy.
Una nueva plataforma
Si alguien pensaba que Soraya iba de 'farol', aún debía a esperar al anuncio que ha realizado este martes 12 de febrero: la 'exvice' ya prepara una nueva plataforma crítica dentro del PP para hacer oposición a Pablo Casado.
Es todo un órdago a un presidente que gobierna su partido con puño de hierro, bajo el pesar de grandes barones territoriales como Alberto Núñez Feijóo o de los cospedalistas, a quienes se mantiene en puestos clave, pero que se sienten apartados y (solo algunos) empatizando con María Dolores, muy dolida por cómo salió de la primera fila.
La plataforma se conformará como un 'think tank' que, quizás, sirva de globo sonda de cara a una nueva lista electoral (dentro del PP o fuera, quien sabe). Ese laboratorio de ideas, que Pablo Casado no recibirá precisamente con los brazos abiertos, estará liderado por los restos del marianismo: Pedro Arriola (histórico asesor del PP), el diputado José Luis Ayllón (que mantuvo fuerte influencia en la exvicepresidenta), Edelmira Barreria (antigua comisionada para el reto demográfico y amiga personal de Soraya) y Carmen Martínez Castro (exsecretaria de Estado de Comunicación).
Rajoy se está comprometiendo
A pesar de que Marano Rajoy prometió mantener un papel muy distanciado del intervencionismo de Aznar, lo cierto es que actualmente está participando en varias de las comidas de este aparato embrionario.
En esos encuentros están largando doctrina en contra del nuevo liderazgo de Pablo Casado, a quien acusan de haberles marginado y de enterrarles en 'demasiado poco tiempo', tras haber manejado el timón del partido durante toda una década.
Es pronto para comprobar en qué evolucionarían todos estos movimientos, pero sí que hay cierta sensación de que están preparando una vía alternativa en el caso de un posible descalabro electoral o un escándalo que forzase un relevo dentro del PP. Sería, de paso, con un regreso del marianismo y un regreso hacia el centro político.
La victoria en Andalucía ayuda -y mucho- a Soraya
A pesar de que Casado ha aplaudido con creces la victoria en Andalucía como su primer respaldo electoral, lo cierto es que ha servido para mantener bajo toda sorpresa a Juanma Moreno, el nuevo presidente andaluz y nuevo sorayista con mayor influencia en el PP.
Porque las simpatías entre Casado y el líder meridional no son especialmente amplias. Moreno Bonilla intentó evitar su paseo por la manifestación de Colón argumentando que tenía un bautizo y a Bonilla ya le habían formado una gestora con la que organizar su relevo. De nada ha servido: Juanma Moreno ha visto cómo la victoria ha dado al traste con todos sus planes, teniendo en cuenta que ya estaba organizando su vida dentro de la actividad privada.
Por tanto, el hombre de Soraya que se encontraba de salida es, ahora, el hombre fuerte del marianismo dentro del PP, aquel a quien hay que recurrir para todos los mitines de importancia. Y eso ayuda a la exvicepresidenta: ningún consejero en la Junta es afín a Casado, porque todos son sorayistas y arenistas.
Junto a él, también se encuentra la líder cántabra, María José de Buruaga, a quien Casado intentó apartar con Ruth Beitia, pero que finalmente abandonó "por motivos estrictamente personales". Por último, el líder vasco Alfonso Alonso es, sin duda, uno de los más fieles a Soraya.
Fuera de este entorno, Soraya no mantiene ningún tipo de relación con la cúpula del PP actual. Algo que no sucede en el PSOE, donde sí tiene amistad con su sucesora Carmen Calvo y su antecesora, María Teresa Fernández de la Vega. También con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien le colocó en el Consejo de Estado.
La alternativa
El currículum de Soraya Sáenz de Santamaría es el fetiche de cualquier empresa privada, por lo que siempre podría recurrir a abandonar la vida pública. No será por falta de ofertas, ya que ha recibido unas cuantas desde que abandonó su puesto como vicepresidenta del Gobierno.
Sin embargo y, a pesar de que su puesto como consejera de Estado solo se remunera con dietas, la exvice ha descartado todas las propuestas o las ha dejado en 'stand by'. ¿Por qué? ¿Tiene relación con su reunión con Juan Luis Cebrián? ¿Con esta nueva plataforma? Juzguen ustedes mismos.