Han pasado 11 años desde que Telecinco lograra convertirse en la cadena líder de audiencia. Desde entonces, no todos sus productos han sido un éxito, pero la tendencia del público en esta última década ha sido clara: la mayoría pasaba las horas en Telecinco. Formatos que habían desembarcado en Fuencarral años antes como 'Pasapalabra', 'Operación Triunfo', 'Mujeres y hombres y viceversa' o la telenovela 'Yo soy Bea' fueron el caldo de cultivo de un éxito que se llegó a afianzar en el año 2011, coincidiendo con la edición de 'Supervivientes' protagonizada por Rosa Benito.
Lejos han quedado las estratosféricas audiencias que lograban estas marcas. Es evidente que los espectadores no solo eligen ahora productos diferentes, sino formas distintas de consumirlos, y reunir a varios millones de espectadores frente a la tele convencional es todo un milagro. Pero Telecinco lograba estos milagros hasta hace muy poco, cuando Antena 3 cambió su estrategia de programación y entonces la tendencia cambió. El número 5 del mando de la televisión se ha terminando desgastando.
El origen
A finales del año 2019, tan solo unos meses antes de que llegara la pandemia de la Covid-19, Telecinco perdía, tras una batalla judicial, el formato de 'Pasapalabra'. Sin duda, esta derrota supuso un antes y un después en la cadena. El concurso lograba cada día un éxito indiscutible y servía de antesala al liderazgo del informativo de Pedro Piqueras. Además, funcionaba como reclamo cultural para muchas marcas comerciales y contribuía al equilibrio entre formatos en la cadena.
El desembarco del concurso en Antena 3 logró desde el principio reunir a sus espectadores más fieles, que no dudaron en cambiar de canal abandonado, así, a la cadena que había producido más de 3.000 programas del formato. Este cambio de escenario, junto con el boom de las series turcas en el prime time de Antena 3 y la torpona estrategia de Telecinco tratando de reestructurar su parrilla comenzaron a hacer mella en sus audiencias.
'Sálvame' en la pandemia y 'La isla', pequeños oasis
A pesar de que el cambio de tendencia coincidiera con la llegada del coronavirus, es cierto que por entonces Telecinco experimentó pequeños espejismos de éxito que parecieron retrasar su descalabro. El confinamiento supuso una oportunidad única para 'Sálvame', que logró acompañar a los espectadores en el encierro con grandes datos. El espacio de La Fabrica de la Tele era el único rincón de la televisión en el que parecía que la vida continuaba, donde seguían ocurriendo cosas.
Asimismo, el estreno de 'La isla de las tentaciones' en la cadena supuso un revulsivo, no solo en cuanto a la novedad del formato, sino también a la llegada de nuevos personajes televisivos. Por entonces, Telecinco ya llevaba años arrastrando una evidente ausencia de innovación en sus reality shows. Aquello fue una decisión arriesgada, pues el programa estaba destinado a pasar desapercibido en las noches de Cuatro, pero finalmente se convirtió en un auténtico éxito en la cadena principal.
Sin embargo, ese espejismo no tardó en esfumarse. La producción de nuevas ediciones del formato de manera continuada terminó consumiendo al espectador, y este es quizá uno de los pilares fundamentales que explican el deterioro en los datos de audiencia de la cadena. El experimento de retroalimentación y reexperimentación que fue, durante mucho tiempo, el ingrediente secreto del éxito de Telecinco ha terminado explotándoles en la cara.
El mismo programa a todas horas
Les ha funcionado durante una década, pero el público se ha cansado. Telecinco no es una cadena de televisión, es más bien un programa de televisión que se emite las 24 horas del día de manera ininterrumpida. Lo que en un principio fue una estrategia exitosa, hoy es, para muchos, un aburrimiento. El grupo de comunicación encontró en la ausencia de innovación, en la repetición de formatos, en la reiteración de los rostros televisivos y en el plató número 6 de Fuencarral la receta perfecta para mantener a su audiencia pegada a la pantalla.
Las tramas que comenzaban por la mañana en 'El programa de Ana Rosa', continuaban más tarde en 'Sálvame' y se despachaban habitualmente en la gala en directo del reality de turno en el prime time. Pero ese círculo vicioso ha dejado de funcionar y la sensación que provoca en el público es la de estar viendo el mismo programa, con los mismos rostros y en los mismos platós todo el rato.
El maltrato a la ficción
No es un secreto que en Mediaset las series se han convertido en una moneda de cambio, un comodín de relleno para justificar su producción y que hace muy complicado al espectador su seguimiento. Cambios repentinos en el día de emisión para competir con las ofertas de otras cadenas, retrasos eternos en su horario o en el estreno de nuevas temporadas e incluso traslado a canales secundarios como Cuatro o FDF son solo algunas de las estrategias que Telecinco ha desplegado para terminar de dinamitar su ficción.
Uno de los casos más sonados fue el de la serie 'La verdad', que se llegó a anunciar hasta un año antes de su esperado estreno. Su llegada real a la parrilla también fue controvertida, pues en un principio se iba a estrenar en febrero, pero, de un día para otro, la cadena decidió retrasarlo hasta mayo, anunciándolo tan solo unos días antes. Una vez en emisión, cambió de día de la semana, uno de los capítulos fue pospuesto sin previo aviso para terminar de emitir un partido de fútbol y la temporada fue cortada a la mitad como estrategia de programación.
Falta de innovación
Repetir una fórmula exitosa esperando que vuelva a suceder el milagro es una costumbre arriesgada que en Telecinco han practicado hasta la saciedad. Casos que ejemplifican este hábito son, por ejemplo, el de 'Supervivientes', que no estrena ninguna novedad llamativa en ninguna de sus últimas ediciones; la producción de realities calcados en platós calcados; utilizar los mismos rostros para presentar programas diferentes, como Jorge Javier Vázquez, en su día Carlota Corredera, o ahora María Patiño o Sonsoles Ónega.
Pero, sin duda, una gran reivindicación por parte de la audiencia más activa en redes sociales ha sido siempre la de la renovación del plató de 'Informativos Telecinco', que lleva alrededor de 16 años sin cambiar ni un ápice el entorno en el que Pedro Piqueras y sus compañeros nos cuentan cada día las noticias.
Un prime time eterno
Con un público mayoritariamente acostumbrado a consumir series en capítulos de 40 minutos, es complicado continuar convenciéndoles de que se queden a ver un programa en directo que dura cuatro horas y media. Los prime times de Telecinco no han cambiado su duración en la última década y cada vez es más complicado para el espectador engancharse a este tipo de productos que se estiran hasta altas horas de la madrugada con contenidos, a veces, de poco interés.
No obstante, de forma muy excepcional, la cadena ha probado formatos de una duración mucho menor para lograr componer una parrilla más variada, aunque con una duración parecida. Por ejemplo, hace tan solo unas semanas, Telecinco estrenó la réplica de 'Montealto', la casa de Rocío Jurado, en un programa especial de 22h a 22:50h, antes de emitir una serie. En solo 50 minutos, se descubrió una de las habitaciones de la casa, se entrevistó a Rocío Carrasco y, además, esta contestó las últimas polémicas de su familia en directo.
Quizá la nueva producción debería ir por este camino, con espacios más cortos donde el mismo contenido esté más condensado y en los que la audiencia tenga la posibilidad real de disfrutar del producto al completo, de principio a fin, sin acostarse a las tres de la mañana.
El escándalo de 'Gran Hermano' y el huracán de Rocío Carrasco
Los presuntos abusos sexuales que una concursante de 'Gran Hermano' sufrió en directo terminaron de dinamitar un formato quemado, aunque también muy querido por la audiencia. 'Gran Hermano' ha sido, desde el comienzo del siglo, el buque insignia de Telecinco, pero este escándalo sumado al adiós de Mercedes Milá debilitaron en gran medida su marca.
Por otro lado, y aunque el éxito de la serie documental de Rocío Carrasco ha sido indiscutible, su aterrizaje en Telecinco ha sido también motivo de grandes campañas de desprestigio contra la cadena, campañas en su mayoría de corte machista que trataban de desacreditar el testimonio de la hija de Rocío Jurado. Este hecho trajo consigo, además, una guerra entre productoras en la que se vieron envueltos varios de sus programas.
El regreso de la Carrasco a televisión y el hecho de resucitar gran parte de la hemeroteca de su madre han sido, sin duda, las grandes apuestas de Telecinco en los últimos meses. Está por ver que esta tendencia sea, de hecho, un acierto o directamente lo que termine de enterrar el interés del público por la cadena. El último 'Deluxe' emitido, que se centró en analizar lo que ha supuesto la figura de Rocío Jurado para el feminismo, no llegó ni siquiera ni al millón de espectadores.