El eterno e insulso debate de botón "no me gusta" no o botón sí ha llegado a término. Mark Zuckerberg, el excéntrico Lord Facebook ha hecho públicas sus intenciones de finalmente incluir la opción negativa en la red social, y aunque no tenemos fecha para su pistoletazo de salida, ya lo podemos dar por hecho.
Un buen porcentaje de los usuarios lloraban desconsolados ante la emoción por la noticia, pero quizá no sea la mejor de las ideas. Zuckerberg apelaba a la nueva opción como una herramienta para alimentar la empatía, pero ¿y si su propuesta se da la vuelta y se convierte en una apisonadora para nuestros sentimientos?
Por estas siete razones odiarás el botón "no me gusta" de Facebook dentro de unos meses:
1 Descubrirás que alguien te odia sistemáticamente
En YouTube existe el like y el dislike, y los que creamos contenido en la plataforma de vídeo somos muy conscientes del doble filo de los pulgares arriba o abajo. Los enemigos íntimimos en las redes sociales son coetáneos a la existencia de las mismas, todo el mundo los tiene, y justo esos se están frotando las manos en estos momentos. Cuando el botón "no me gusta" despegue siempre habrá al menos un tímido "no me gusta" en todas y cada unas de nuestras publicaciones. ¡Siempre!
"Hola amigos, ha nacido mi hijo. Se llama Marcos y es guapísimo. Estoy emocionado". Incluso al pie de esta tierna actualización habrá un despiadado "no me gusta" esperándote.
2 ¿No les gusta el contenido de la publicación o que la haya publicado en el muro? Psicósis
La misma pregunta que se puede uno plantear con el "me gusta" va a surgir con el "no me gusta". Si compartes una noticia de prensa sobre los refugiados sirios, por ejemplo, y alguien clica el "no me gusta", ¿qué demonios es exactamente lo que no le gusta? La situación de Siria o que los países de la UE les acojan...
3 Si antes odiabas la explicación de por qué clicaban "me gusta", ahora odiarás la explicación del "no me gusta"
Sigamos con el ejemplo de los sirios. Todos lo hemos padecido con el "me gusta": el típico sujeto que te dedica 10 líneas de respuesta para explicarte que ha pulsado el "me gusta" porque le parece un tema importante y hay que darle visibilidad, pero que esta es una situación insoportable e injusta que no debería tener cabida en el mundo. Un buen párrafo que no aporta nada, pero te roba un par de valiosos minutos de tu vida. Un buen párrafo al que seguramente tú, por decoro, acabarás dando "me gusta" reforzando así la conducta e invitándole amablemente a que en el futuro te regale otro discurso similar. Con el "no me gusta" esto no se arreglará, y los tochos autocomplacientes de las conciencias sensibles seguirán consumiendo los datos de tu red móvil. Es es un hecho.
4 Quizá tus chistes lleven siendo horribles algunos años... y te enteres ahora
Muchos creemos tener un Jimmy Kimmel interior que de vez en cuando nos inspira para publicar un par de mensajes satíricos e irónicos de la realidad. Satisfechos creemos haber aportado al mundo una dosis de humor para quitar hierro a una vida ya de por sí bastante cruda. ¡Mal! Seguramente nosotros seremos odiosos y nuestros chistes el antónimo de ingenioso. En la era pre "no me gusta" la ignorancia nos protegía de esta cruda realidad sobre nuestro humor, pero esa era se ha acabado.
5 Puede que descubras la ideología política de tus familiares. Nunca los volverás a mirar con los mismos ojos
¿Y si tu primo el de Cuenca es un racista de tomo y lomo? ¿Volverá a ser lo mismo?
Hablar de política en redes sociales es casi una lucha por ver quién la tiene más larga. De todos los foros que se me ocurren para hablar de política, el muro de Facebook es el más inapropiado a la vez que el más habitual. Poco a poco hemos ido, con el paso de las interacciones, descubriendo de qué pie cojean nuestros cercanos. El botón "no me gusta" terminará por despejar las dudas sobre la ideología de nuestros allegados, y a veces esto son puntos de no retorno que no tendríamos necesidad de cruzar.
6 Si finalmente el "no me gusta" es anónimo... entonces desconfiarás de todos
Una de las grandes incógnitas es si el "no me gusta" será anónimo o público. El "me gusta" de Facebook es público, lo puede ver tanto el autor del mensaje como todo el que pase por allí. Sin embargo, con el "no me gusta" las reglas del juego pueden cambiar.
En caso hipotético de que al siempre maquiavélico Zuckerberg le dé por otorgar el anonimato al pulgar negativo, ¿quién es es@ que no para de maltratarme con sus inquisitivos "no me gusta"?
7 Ahora que lo tenemos nos daremos cuenta de lo estúpido que ha sido el debate
Os propongo un ejercicio: arrimaos a alguien que no tenga ni idea de qué es Facebook y explicadle, si es que sois capaces, cómo hemos llegado al punto en el que la presión popular ha logrado que Zuckerberg incluya el "no me gusta" en la red social, y qué implicaciones tiene.
Ahora, pensad durante un momento en vuestro discurso... ¿En qué se ha convertido nuestra vida?