Los medios de comunicación han tratado los datos de Sanidad respecto contagios por coronavirus como su naturaleza, una fuente oficial durante toda la crisis sanitaria. Ahora siguen haciéndolo, pero el recelo crece con el paso de los días: las cuentas diarias no cuadran porque se realizan cambios drásticos en la suma, no se actualizan los fallecidos y el número de diagnósticos no cuadra con las tendencias.
La confusión sobre el dato en el que hay que fijarse para tener una fotografía ajustada a la realidad de la pandemia es amplia. Todo ha llegado con el cambio en el sistema de información, en el que el Ministerio sitúa en diagnósticos durante las últimas 24 horas una cifra que está incompleta (algoq ue antes no sucedía).
Cuando se publica el dato, la cifra representa la realidad... pero muy a la baja. El ministerio publica el dato de pacientes que han dado positivo en el día anterior, en base a los datos recibidos por las comunidades autónomas hasta las 14:00 horas, pero la columna del total siempre aumenta en mayor proporción. Esto sucede diariamente y desajusta la información que se está ofreciendo.
En realidad no se miente, pero el formato sí que puede generar controversia. Sanidad comunica los datos que han dado positivo en el día anterior, pero los datos que las comunidades le remite sobre casos anteriores los incluye en los días previos y, por tanto, no aparecen reflejados en los medios, aunque sí en la lista oficial. Para conocer el alcance de estos datos, basta comprobar qué sucedió el pasado viernes 12 de junio: se comunicaron 155 casos nuevos, pero en realidad hubo 502 que se distribuyeron en distintos días anteriores.
En cuanto a las muertes, también hay polémica. Sanidad lleva sin actualizar el dato total de muertos desde el pasado día 7 de junio porque aún hay casos pendientes de colocar en su fecha de fallecimiento. Con todo, ese dato bruto no se actualiza y la cifra de muerte en los últimos siete días muchas veces no cuadran en cuanto a la serie.
En el entorno de los 400 casos diarios
A pesar de que las cifras oficiales no suelen superar los 200 contagios, lo cierto es que la media total de notificaciones rebasa los 400 contagios. Esto ocurre porque las comunidades están subiendo casos antiguos con retraso y se ha optado por añadirlos a la lista del día correspondiente, en vez de notificar ese diagnóstico en el día en el que ha sido notificado.
Las comunidades más afectadas son las que están notificando los datos con mayor retraso. Se trata de Madrid, Cataluña, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Se entiende que a mayor volumen de diagnósticos, además, la carga de trabajo es mayor y se producen mayores dificultades para trasladarlos en su momento.
Hasta ahora, las comunidades enviaban los datos en bruto y Sanidad comunicaba todos los contagios y muertes en el día en que recibía la información. Es decir, no se tenía en cuenta la fecha en que se diagnosticó, sino cuando el Gobierno recibió la relación de datos.
Ahora, el cambio de estrategia ha obligado a las comunidades a elaborar los datos con mayor definición. Entre otros detalles, con las fechas en las que se diagnosticó cada caso, algo que ahora utiliza Sanidad para atribuir cada caso en su día correspondiente.
Datos que no cuadran
La transición entre las dos métricas genera confusión, aunque Sanidad afirma que es una situación temporal con motivo de la transición entre ambos sistemas y afirma que esta circunstancia es temporal, aunque se alarga en el tiempo.
Además, Sanidad ha incluido una columna de casos confirmados con fecha de inicio de síntomas. Sin embargo, algunas comunidades han decidido libremente no rellenar este espacio y a los casos asintomáticos se les asigna la fecha en la que da positivo menos seis días. Con todo, el dato que finalmente aparece en las estadísticas oficiales es inferior al que se corresponde con la realidad.
En este sentido, los expertos lamentan las dificultades para seguir con certeza la evolución de la pandemia en España, algo básico para evitar futuros brotes. Por ello, reclaman mayor implicación de las comunidades autónomas, pero también mayor contundencia por parte de Sanidad para unificar criterios y conseguir un consenso a la hora de gestionar la salida de esta crisis.