Tras la muerte de Isabel II después de setenta años de reinado, su primogénito ya ocupa el trono de Reino Unido bajo el nombre de Carlos III. Así, todas las miradas ya están puestas en el nuevo monarca, que goza de una popularidad muy inferior a la de su madre e incluso a la de su hijo, el príncipe Guillermo.
Más allá de la tarea que tiene por delante y mientras el país aún llora la muerte de su monarca más longeva, existe cierta preocupación en torno a la salud del nuevo rey debido a una característica física que no ha pasado desapercibida: sus manos.
En los últimos tiempos se ha podido observar que el hasta ahora Príncipe de Gales presenta los dedos de las manos totalmente rojos y excesivamente hinchados, lo que ha llevado a todo tipo de especulaciones sobre el motivo de esta afección.
¿Es grave?
El doctor Gareth Nye, profesor titular de la Universidad de Chester, en declaraciones a Daily Star, ha valorado que, aunque pueden existir "un montón de condiciones" que provoquen el estado de sus manos, una de las más probables es la posibilidad de un edema o la retención de líquidos.
"El edema es una condición en la que el cuerpo comienza a retener líquidos en las extremidades, normalmente en las piernas y los tobillos, pero también en los dedos, lo que hace que se hinchen", ha explicado el doctor. "Es una afección común y afecta sobre todo a personas mayores de 65 años, ya que la capacidad de controlar los líquidos está restringida", añade.
Otra de las posibles causas, ha señalado el doctor, podría ser la artritis, "común en los mayores de 60 años". "A menudo afecta tres áreas principales de la mano: la articulación del pulgar o cualquiera de las articulaciones de los dedos", ha expuesto.
A pesar de estas posibilidades, el doctor ha querido mantener la calma y ha asegurado que estas afecciones están lejos de ser una señal de un problema de salud importante para el nuevo rey, que se ha colocado la corona a los 73 años.