El conocido rapero Morad ha asumido la condena de dos años de prisión por haber incitado a un gran número de fans a lanzar piedras contra los policías que, ante las molestias de los vecinos, acudieron en 2021 a L`Hospitalet de Llobregat (Barcelona) mientras grababa, sin permiso, un vídeo musical con un dron.
El joven ha reconocido los hechos ante el tribunal de la sección sexta de la Audiencia de Barcelona, después de que las partes hayan llegado a un acuerdo, y ha aceptado seis meses de cárcel por un delito de incitación a desórdenes públicos y un año y seis meses por atentado con uso de instrumento peligroso.
La defensa del acusado ha solicitado la revisión y suspensión de la condena, que la Fiscalía ha aceptado condicionada a no delinquir durante dos años y al pago de una multa, que el tribunal ha estimado que se resuelva durante la ejecutoria. El tribunal le ha reconocido una atenuante de reparación del daño, ya que anteriormente había aportado los 2.041 euros que la Fiscalía le reclamaba como indemnización.
La grabación de un vídeo provocó "grandes quejas" en los vecinos
El escrito de acusación del Ministerio Fiscal recoge que la grabación de un vídeo musical del rapero el 11 de agosto de 2021 en la vía pública generó un "enorme furor", del que se quejaron los vecinos, en el que además se utilizó un dron sin el previo permiso de la autoridad competente.
Cuando los Mossos d'Esquadra llegaron al lugar de los hechos fueron recibidos con "lanzamientos de objetos" y una "actitud hostil" por parte del implicado, el rapero Morad.
El organismo público sostiene que los oficiales "se encontraron con un enorme grupo de asistentes, en torno a 150, los cuales, al observar la presencia policial y guiados por el propósito de alterar de forma grave la tranquilidad ciudadana, comenzaron a increpar a los agentes, así como a realizar actos consistentes en lanzar huevos y piedras contra los mismos".
El Fiscal argumenta que el propio rapero fue el encargado de incitar a actuar de esta violenta forma ante los policías, empleando expresiones como "la calle es nuestra" y "no pintáis nada aquí". Todo esto ha sido lo que ha llevado al famoso artista a declarar ante los tribunales.