A día de hoy, en los laboratorios se puede estudiar prácticamente todo. Ya es una realidad que en muchas investigaciones los límites de la ética son mayores que los límites tecnológicos. Por este motivo, a menudo leemos noticias que ponen en duda la viabilidad de ciertos experimentos que suponen un gran avance para el conocimiento universal, pero también un peligro para los seres vivos, y en especial para los animales con los que se experimenta.
La última gran polémica en este sentido puede llegar a resultar difícil de creer. En esta ocasión, un grupo de científicos chinos ha implantado genes humanos en monos macacos para entender la inteligencia humana y el proceso evolutivo que la provocó. Según ha explicado la CNN, esta investigación ha tenido lugar en el Instituto Kunming de Zoología, en China, y la conclusión ha sido clara: los monos con genes humanos tienen comportamientos más similares a los de los humanos que el resto de primates.
Para entender mejor el cerebro humano
Decubrir ciertos aspectos y detalles de la evolución del cerebro puede ayudar a entender mejor algunas enfermedades como el autismo, según los autores del experimento. En la revista nacional de ciencias de China que anunció este hallazgo, se explica que "el tamaño del cerebro y las capacidades cognitivas son los rasgos que más han cambiado durante la evolución, y sus mecanismos genéticos todavía no se han explicado".
Ahora la controversia está sobre la mesa, ya que algunos investigadores han hablado de este experimento como la creación de "monos transgénicos". Del total de 11 simios seleccionados para la prueba, solo 5 sobrevivieron a la implantación del gen humano MCPH1 (el más importante para el "desarrollo y evolución del cerebro"). Y los cinco empezaron a comportarse de forma más similar a los humanos, con mejor memoria a corto plazo y menor tiempo de reacción.
Los primates fueron creciendo, y sus cerebros se desarrollaron más lentamente que de normal en ellos, a un ritmo similar al de los bebés humanos. Aunque el tamaño de sus cerebros no cambió, sí lo hizo su inteligencia. A pesar de esto, según Futurity, podemos estar tranquilos. Los monos no nos van a sustituir, aunque puedan utilizar las redes sociales con la misma naturalidad que nosotros, como el protagonista del video viral.
Here's a video of a Chimpanzee using Instagram. It's eye-opening. https://t.co/FEfIgQSGa6pic.twitter.com/d9AjhfPNN1
— Daniel Sinclair (@_DanielSinclair) April 25, 2019
Una investigación éticamente dudosa
La comunidad científica está dividida, como suele ocurrir en estas ocasiones en las que el descubrimiento de un experimento es tan revelador, pero se ha jugado con la vida de seres vivos. Un genetista de la Universidad de Colorado, James Sikela, ha sido uno de los primeros en criticar la investigación. El experto ha asegurado que "es un camino muy arriesgado". Él mismo lleva casi diez años alertado sobre el problema ético que supone hacer experimentos transgénicos con primates.
Este tipo de investigaciones suponen un retroceso para la explotación animal y la experimentación con seres vivios. En este sentido, y por suerte, en Europa y Estados Unidos cada vez es más difícil experimentar con animales. En especial, están más protegidos los animales de gran tamaño, como son los primates.
Si la ciencia sigue desafiando los límites de la naturaleza con el uso de la tecnología para modificar especies, el éxito puede provocar nuestro propio fracaso, y la ambición del ser humano por conocernos mejor, podría convertirse en un potencial enemigo de nostros mismos y del planeta en general.